Prudente regreso a los templos porteños tras reclamos y un largo confinamiento

Prudente regreso a los templos porteños tras reclamos y un largo confinamiento

Los lugares de culto reabrieron solo para la oración individual, bajo estricto protocolo y controles en los ingresos. El número de asistentes fue dispar según los barrios. Los credos habían cuestionado el “intento de invisibilizar a Dios”.

Los lugares de cultos de la Ciudad de Buenos Aires reabrieron sus puertas para el rezo individual tras una larga cuarentena y reclamos de los credos por lo que consideraron un intento de “invisibilizar a Dios” al no tomarse en cuenta las creencias religiosas como prioridad en ninguna de las fases de desconfinamiento.

El regreso de los fieles a los templos fue prudente y bajo un estricto protocolo, que contempla no más de diez personas y horarios restringidos, además de medidas preventivas como el uso obligatorio de tapaboca y controles en las entradas para supervisar el número de asistentes.

Los fieles fueron cautos y el número de asistente fue dispar según los barrios. Los templos católicos fueron los más concurridos, los evangélicos continúan esperando que se autoricen las reuniones masivas y las comunidades judías prefirieron no reabrir sus espacios y continuar con la asistencia espiritual.

Fuentes eclesiásticas consultadas por VR destacaron el cumplimiento de las medidas preventivas por parte de los fieles y reconocieron que debieron readaptar algunos espacios para poder cumplir con los protocolos. “Todo fue normal, en orden y la gente expresaba que necesitaba de esos momentos espirituales vitales”, graficó, y consideró que en los próximos días “más personas” se acercarán a rezar a los templos.

"Por protocolo sólo podemos dejar entrar a un grupo reducido de personas pero todavía está tranquilo, se acerca la gente esporádicamente", dijo a Télam el párroco Juan Francisco Garheis, de la iglesia de San Cayetano del barrio de Belgrano, Vidal 1745, que abre de 10 a 12 y de 17 a 19.

“Les recordamos a los fieles que tengan todas las medidas de seguridad pero queremos estar disponibles, la gente necesita en estos momentos de Dios. Hay que cuidar la cabeza, no es fácil el aislamiento, genera mucha angustia", reconoció el sacerdote.

"No podemos hacer misas así que las damos por YouTube y Facebook y se sumó más gente de la que venía a la parroquia", aseguró y agregó que también mantuvieron "contacto individual visitando enfermos o bendiciendo casas, siempre respetando la cuarentena".

En la parroquia Inmaculada Concepción, conocida como "La Redonda de Belgrano", ubicada en Pastor Obligado al 2042, los horarios son de 9 a 12 y de 15 a 18.

El  Martín Durán estuvo casi las tres horas de la mañana recibiendo a los fieles en el confesionario, donde colocaron una mampara de plástico y pusieron un cartel donde recordaban "no sacarse el tapabocas y usar alcohol en gel".

"No sólo teníamos ganas de abrir sino también darle escucha a toda la gente que está muy dañada psicológicamente, con mucha carga emocional", aseguró el sacerdote y agregó: "Dar la misa por internet tiene algo de artificial, la hago para ayudar a las personas a sostenerse pero es irremplazable el contacto físico, el estar, el sentir".

La cantidad de asistentes a la iglesia se mantuvo constante durante la mañana, donde todos concurrieron con barbijos y hasta algunos con máscaras y guantes de latex.

Si bien las iglesias católicas abrieron, lugares de cultos de otros credos continuaron cerrados, aunque tenían permitida la apertura.

"En nuestra congregación decidimos no abrir el espacio. Hablamos con médicos e infectólogos de la comunidad y creemos que no sería responsable dejar a criterio de la gente el cuidado en este momento. Buscamos evitar los contagios", dijo Martin Maslo, presidente de la comunidad Bet El, que aclaró que "continuamos dando asistencia espiritual de forma individual a quien lo necesita de manera telefónica o en acercamientos muy puntuales respetando la cuarentena".

Federico Pugliese, director general de Entidades y Cultos de la Ciudad de Buenos Aires, aseguró estar "convencido" de que "en estos momentos la dimensión espiritual es fundamental para muchos vecinos y vecinas".

"Por eso, se habilita el ingreso a los templos, para que los fieles puedan tener un momento de oración individual siempre guardando la distancia de seguridad y tomando los recaudos según el protocolo", destacó. "Con las distintas comunidades de fe que conviven en la Ciudad venimos buscando juntos desde el comienzo las mejores vías para transitar un camino de apertura gradual y responsable", aseguró Pugliese.

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