Acto seguido, Aceto subrayó que “en función de los intereses empresariales no hay frecuencias y la gente no puede permanecer en la parada del colectivo para ir a trabajar y esperar que la lotería lo favorezca para que el colectivo pare o no pase de largo porque va lleno”.

En tal sentido, remarcó que “es un conjunto de cuestiones que hace que la gente no confié en el transporte público de pasajeros como la falta de accesibilidad, que afecta a las personas con discapacidad, que están reclamando unidades con piso bajo. O la cuestión que afecta a amplios sectores de la Mar del Plata profunda, que no tienen servicio de transporte público o que disminuyen sus frecuencias para favorecer a otras empresas del ramo interjurisdiccional, que son del mismo dueño, pero que no tienen los beneficios del boleto estudiantil”.

Finalmente, sostuvo que “todas estas cuestiones hacen que, lógicamente, el transporte público caiga en las expectativas del usuario porque el problema es el modelo privado manejando el transporte público, que lo ha convertido en una verdadera lotería, donde todo juega alrededor de los intereses empresariales; y es lo que hay que cambiar para que sea la primera opción, que ofrezca un servicio económico, más práctico y pensado en función de las necesidades estratégicas de la ciudad y la del usuario”.