El presidente de la comunidad judía de Gran Bretaña, Jonathan Arkush, dialogó con la Agencia Judía de Noticias en su cuarta visita a Buenos Aires en el marco del encuentro del Congreso Judío Mundial en la Argentina. Arkush se refirió a la situación actual de la comunidad judía británica, el problema de la asimilación, el antisemitismo, la relación con el gobierno británico y la preocupación por la dirección que puede tomar la comunidad musulmana en el país.
“Nos enfrentamos a hostilidades antisraelíes. Está en muchas áreas de nuestra sociedad, incluyendo el ala izquierda, algunas iglesias, grupos activistas. Y tenemos que luchar contra una impresión falsa de Israel que es representada por algunos grupos. Afortunadamente es uno de los mejores amigos internacionales de Israel, especialmente el primer ministro, y estoy seguro de que esto continuará”, aseguró Arkush.
“Tenemos que contrarrestar los mensajes que vienen de distintas corrientes del mundo árabe que dicen que no se puede ser musulmán y británico a la vez”, afirmó respecto a la situación de las comunidades musulmanas que representan el 5 por ciento de la población británica y que, según Arkush, están confundidas respecto a los mensajes islámicos que se difunden por las redes sociales. “Es una noción muy peligrosa y estoy haciendo todo lo que puedo para prevenir que se propague”, agregó.
¿Cómo describiría a la comunidad judía inglesa?
Es un poco más grande que la argentina, aproximadamente 300.000 miembros. Es muy activa y tenemos todo tipo de opiniones religiosas. Probablemente la mayoría esté afiliada a sinagogas reformistas, pero sólo una minoría lo practica religiosamente. A pesar de esto somos una comunidad muy tradicional. A los miembros de la comunidad judía les gustan los valores y costumbres tradicionales. Somos una comunidad altamente organizada y profesional, con organizaciones muy fuertes, como Board of Deputies, que es la organización representativa de la comunidad. Por 256 años sin interrupciones hemos sido la dirección de la comunidad judía en el Reino Unido. Cuando los gobiernos, medios de comunicación u otros cuerpos religiosos quieren saber la opinión de la comunidad judía, vienen al Board. También tenemos otras instituciones centrales, como el Gran Rabinato, y aunque la mayoría de los judíos no es ortodoxa, todos reconocen al Gran Rabino. Nuestras sinagogas, ortodoxas y progresistas, han estado presentes por más de 100 años, entonces somos una comunidad que se caracteriza por tener fuertes instituciones centrales. Esto nos ha dado una estabilidad y un respeto por los modelos tradicionales de organización que se han ido modernizando según los tiempos. Nuestra comunidad tiene una cultura muy rica y diversa.
¿La gente se acerca a las instituciones comunitarias?
Hay un nivel alto de compromiso comunitario. La mayoría de los judíos británicos mayores a los 25 años están involucrados con la comunidad de una manera u otra, sea en una sinagoga o en un grupo. Nos gustaría tener una mayor identificación de los judíos jóvenes y los judíos seculares. Este es un problema en todos lados: tenemos que luchar contra la asimilación.
¿A qué problemas se enfrenta la comunidad judía inglesa hoy en día?
Tenemos un elemento de antisemitismo en Gran Bretaña. Por suerte no es un país antisemita, pero eso no significa que no haya personas y sentimientos antisemitas que circulan en algunos lados. Estamos viendo el declive del antisemitismo en la política del país. Casi no tenemos una extrema derecha y los que hay no tienen votos. Nuestros problemas actuales provienen de la extrema izquierda. Eso es algo que debemos enfrentar, no es un problema masivo pero causa algunos reportes de antisemitismo contra los que debemos luchar.
También nos enfrentamos a hostilidades antisraelíes. Está en muchas áreas de nuestra sociedad, incluyendo el ala izquierda, algunas iglesias, grupos activistas. Y tenemos que luchar contra una impresión falsa de Israel que es representada por algunos grupos. Afortunadamente es uno de los mejores amigos internacionales de Israel, especialmente el primer ministro, y estoy seguro de que esto continuará.
¿Cómo se enfrentan a estos desafíos?
Tenemos una Unión de Estudiantes universitarios y es un cuerpo excelente para luchar estas batallas. Ganan más que las que pierden. Por ejemplo, nos tenemos que enfrentar constantemente al movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones. Las campañas mediáticas hacen mucho ruido, pero en Gran Bretaña no han tenido ningún éxito significativo. Sin embargo minimiza nuestro sentido de seguridad y bienestar. Luchamos constantemente y con todo lo que tenemos. Creo que hemos tenido éxito en que no logre nada sustancial. No permitiremos que haya BDS en nuestras universidades. A veces hay estudiantes que lo apoyan, pero es solo algo simbólico.
¿Ha habido un aumento de antisemitismo en su país en comparación con otros años?
Durante el operativo Margen Protector tuvimos un aumento en el antisemitismo. Entre 2014 y 2015 hubo un 400% de aumento en los incidentes antisemitas, la mayoría incidentes menores, pero antisemitas al fin. En Gran Bretaña, como creo que pasa en otros países, cuando hay violencia en Medio Oriente hay un aumento en la incidencia del antisemitismo. Ahora, el aumento en los incidentes antisemitas volvió a los niveles que tenía antes, aproximadamente unos 500 incidentes por año. Como dije, la mayoría son menores, pero incluso si son 500 incidentes menores, siguen siendo demasiados.
¿Como es la relación de la comunidad judía con el gobierno británico?
Excelente, el primer ministro se encuentra con la comunidad judía en una larga sesión informal una vez por año. También se encuentra con frecuencia con líderes judíos e individuos, organiza una fiesta de Jánuca, y asiste a una cena de caridad de al menos una organización judía. Personalmente apoya al Estado de Israel, dio un extraordinario discurso en la Knesset hace 18 meses y fue el discurso que manifestó mayor apoyo a Israel entre todos los líderes internacionales. Además destinó mucho dinero de los fondos del gobierno, decenas de miles de libras esterlinas, para asegurar las escuelas e instituciones judías; para que tuvieran medidas de seguridad físicas. No creo que podamos esperar o pedir por un mejor y más comprensivo gobierno.
¿Tiene alguna preocupación para el futuro de la comunidad?
Mi gran preocupación es el camino que la comunidad musulmana pueda tomar. Tenemos muchos musulmanes, aproximadamente el 5% de la población, 10 veces más que la cantidad de judíos. Son muy variados tanto culturalmente como geográficamente; no están unidos, por suerte y por desgracia; no tienen un liderazgo organizado. Muchos están confundidos, están aterrados porque saben que las principales víctimas del terrorismo son los musulmanes. Pero también están confundidos por todos los mensajes que ven en las redes sociales sobre la dominación islámica, algunos jóvenes sienten atracción por los pensamientos islámicos. La pregunta es si nuestras comunidades musulmanas van a ir por el camino de la integración o si se alejaran de ese camino. Si se alejan de ese camino, ya no es un problema de los judíos. Es un problema de Gran Bretaña. Yo paso mucho tiempo con los musulmanes y les digo: ‘Saben, pueden ser tan religiosos como ustedes deseen y aún así, abrazar los valores británicos’. Porque tenemos que contrarrestar los mensajes que vienen de distintas corrientes del mundo árabe que dicen que no se puede ser musulmán y británico a la vez. Es una noción muy peligrosa y estoy haciendo todo lo que puedo para prevenir que se propague.
¿Qué mensaje transmitiría a las comunidades judías del mundo respecto a las preocupaciones que me expresó, que obviamente son una preocupación para todas las comunidades judías?
Que le suban el volumen a la vida judía, peleen contra cualquier manifestación de prejuicio que apunta contra los judíos o Israel.
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