La obra ganó el Premio de los Libreros de Nancy-Le Point y está en carrera por los premios Renaudot, Medicis y Goncourt, el último de los cuales es el galardón literario más prestigioso de Francia. Amigorena es el único escritor que fue seleccionado para los tres premios.Le guetto intérieur (El gueto interior) indaga en la vida de Vicente Rosenberg, abuelo del escritor, quien llegó a Argentina en 1928 para dejar atrás la miseria y el antisemitismo que existían en la sociedad polaca. Una vez asentado en el país, Vicente se casa, tiene tres hijos y se enriquece en el negocio de los muebles. Inicialmente piensa en llevar a su madre y hermano a Buenos Aires, antes de olvidarse del tema. Pero en diciembre de 1940, recibe una carta de su madre desde Varsovia: «Cariño, puede que hayas oído hablar del gran muro que los alemanes construyeron. Afortunadamente, la calle Sienna se quedó dentro. Es una suerte, porque sino hubiésemos tenido que abandonar el apartamento».

«Cariño, tal vez hayas oído hablar del muro que los alemanes construyeron».(Wikimedia Commons)Las escasas cartas que recibe después le hacen temer lo peor. Vicente se hunde, roído por la culpa, presenciando impotente la masacre de los suyos. Desatiende a su esposa y sus hijos, juega al póquer, y poco a poco se va encerrando en su ‘gueto interior’, en el que permanecerá hasta su muerte en 1969. Santiago H. Amigorena, de 57 años, nació en Argentina siete años antes de la muerte de su abuelo. «El antisemitismo hizo huir de Europa a mis abuelos. Las dictaduras latinoamericanas me hicieron huir con mis padres de Argentina y luego de Uruguay para regresar a Europa. Tuve que dejar mi país, mi lengua materna, y mis amigos. Y como mi abuelo, traicioné: no estuve donde tendría que haber estado», escribe Amigorena en el epílogo de su libro. En el principio de Le guetto intérieur, el escritor explica: «Hace 25 años, empecé a escribir un libro para combatir el silencio que me asfixia desde que nací».