Precios, sueldos y tarifas: las propuestas que el Gobierno lleva al encuentro con empresarios

Precios, sueldos y tarifas: las propuestas que el Gobierno lleva al encuentro con empresarios

El Gobierno intenta consolidar un acuerdo multisectorial para la recuperación económica. Expectativas y tensiones en un encuentro decisivo

Será el primer encuentro del año, a sólo 60 días de la última vez que se vieron. Martín Guzmán y el resto del gabinete económico mantendrán una reunión clave -que el propio Gobierno se ocupa de calificar como "central" para sus objetivos anuales- con los principales empresarios del país.

Será a las 11 de la mañana en la Casa Rosada, 24 horas después de que por allí mismo pasaran los representantes de los trabajadores. Los sindicalistas se llevaron el mensaje que fueron a escuchar: que "no habrá techo" en las paritarias de este año.

El encuentro con los empresarios tiene un timing especial: se producirá en medio del tironeo de la Casa Rosada con distintos sectores por la aceleración inflacionaria, sobre todo en los precios de los alimentos.

La reunión servirá, también, como la previa del lanzamiento del "Consejo Económico y Social", del cual debería salir un acuerdo sobre la evolución de los precios y de los salarios para este año.

La demorada convocatoria -que quedó formalmente congelada durante la pandemia- se reactivará ahora, en el año electoral. Para la Casa Rosada, este "organismo" será clave en el objetivo de alinear precios y salarios. En el gabinete económico admiten que será muy difícil triunfar en las próximas elecciones si los ingresos de los trabajadores vuelven a perder la carrera contra la inflación.

De hecho, los principales funcionarios del equipo -ya sea Martín Guzmán o Matías Kulfas- vienen públicamente asegurando que ése es el principal objetivo de este año.

A la cumbre de esta mañana en Balcarce 50 asistirá la plana mayor del establishment: Paolo Rocca (Techint); Luis Pagani (Arcor) y varios número uno del sector alimenticio: Luis Pérez Companc (Molinos Río de la Plata), Jean Carlo Aubry (Nestlé), Karla Schlieper (Mondelez), Juan Garibaldi (Danone), y Miguel Acevedo (AGD).

También estarán representantes de la construcción y de la industria "pesada", como Daniel Herrero (Toyota) y Javier Madanes Quintanilla (Aluar).

Guzmán busca un acuerdo para definir el rumbo de la economía 2021.La agenda urgente de la Casa Rosada

 

La idea del Gobierno es plantear los temas que, hoy por hoy, Alberto Fernández considera fundamentales: la inflación, en general, pero con el precio de los alimentos como principal preocupación.

También habrá un guiño a favor del costo de las empresas. Sobre este punto, el Ejecutivo tiene decidido que las tarifas de los servicios públicos corran por detrás de la inflación, y que sirvan como un ancla de esa dinámica.

A propósito de los costos de los insumos, el planteo de los funcionarios es que el tema cambiario se despejó de incertidumbres. Que el "mercado" ya no sospecha de que habrá una devaluación abrupta en el corto o mediano plazo.

Los empresarios querrán saber si, además de la estabilidad del tipo de cambio, habrá dólares disponibles para las importaciones de sus insumos. Por eso, en la reunión estará Miguel Pesce, titular del Banco Central.

Desde el BCRA aseguran que las compañías tienen a su disposición las divisas necesarias para comprar en el extranjero. Pesce irá con una carpeta acreditando -con data oficial- que las importaciones crecen aun en un contexto de caída de la actividad económica.

Precios y salarios

 

La pretensión del oficialismo es ordenar las expectativas. En base a un mercado cambiario estable, sin posibilidad de un salto que modifique el escenario, ahora el Gobierno busca que la próxima ronda paritaria, que servirá para recomponer los lastimados ingresos de los trabajadores, no se "pierdan" en el camino. Que los salarios no queden rápidamente desactualizados en medio de una dinámica inflacionaria ascendente.

Por eso el Presidente habló de "la mesa de los argentinos", en el sentido de que la aceleración en los precios de los alimentos impliquen nuevas caídas en los niveles de consumo. Como viene sucediendo con las carnes.

Fernández habló de este tema ayer con los ruralistas de la "mesa de enlace". El Presidente les prometió a los chacareros que no habrá ni aumentos adicionales en las retenciones ni intervenciones en los mercados. Por ahora.

La clave: cómo desconectar la mejora en los precios internacionales de las materias primas (sobre todo trigo y maíz) de la inflación local. El Presidente ya expuso las dos herramientas que contempla para lograrlo, en caso de que los ruralistas no se autorregulen: un nuevo aumento en los derechos de exportación (retenciones) o establecer cupos en la exportación de maíz y trigo. Ambas quedaron desechadas, en el corto plazo.

Se sabe: el precio del maíz y del trigo resultan claves para los costos de las fábricas de alimentos. 

A pesar de lo que argumentan los funcionarios más cercanos a Cristina Kirchner, el jefe de Estado confía en que el diálogo con empresarios y sindicalistas es el camino indicado para resolver las tensiones en la economía.

"Hay que garantizar que los precios internacionales no se vuelvan contra los argentinos", insistió el Presidente en las últimas horas.

El freno a la inflación, factor central del planteo oficial.

 

Despejada la incertidumbre cambiaria en el corto y mediano plazo, la inflación se instaló al tope de la agenda pública. Diciembre y enero pasaron con un salto en los precios mucho más elevado que el pretendido. Y si esa dinámica se instala, difícilmente este 2021 electoral demuestre una recuperación del poder adquisitivo de los salarios. Ese es el principal objetivo del oficialismo, para intentar revalidarse en las urnas, en octubre próximo.

La cuestión de las tarifas

 

Además del valor del dólar, el otro costo que el Gobierno administra y que está dispuesto a garantizar a los empresarios refiere a las tarifas.

Con el precio de los combustibles en permanente ascenso desde agosto del año pasado, ahora el Gobierno busca que las boletas de luz y de gas tengan correcciones bien por debajo de la pauta inflacionaria.

"Controlado el flujo de divisas -que asegura la estabilidad macro-, lo central ahora es que siga recuperando la actividad económica y que avance el consumo popular. La clave, ahí, será abastecer alimentos a precios accesibles", comenta a iProfesional un miembro del equipo económico.

¿Cuánto aumentarán las tarifas a lo largo del año? Desde el Palacio de Hacienda remiten a las últimas declaraciones públicas del ministro de Economía. "Si el Estado subsidia las tarifas, eso se paga de alguna forma: con impuestos, con deuda o con emisión", definió Guzmán horas atrás.

En el Presupuesto 2021, el ministro estableció un sendero donde los subsidios permanecen estables en relación al PIB. Eso significa que habría incrementos que corran junto a la inflación, a los que se sumen el equivalente al crecimiento económico esperado.

Esa cuenta -en un escenario optimista esperado por el Gobierno- daría algo cercano al 35% en el año (30% de inflación más 5% o 6% de expansión del PIB).

La primera movida se conocerá en las próximas semanas, cuando el Gobierno tome la decisión si convoca a las audiencias públicas para definir el primer incremento del año. ¿Cuánto otorgará? Está claro que nada que presione adicionalmente a la inflación, justamente, en el marco del diálogo social que está a punto de iniciarse, y que -en los hechos- hoy mismo se pondrá la piedra basal.

"Hay que alinear salarios y jubilaciones, precios -sobre todo los de los alimentos- y tarifas", enfatizó Cristina Kirchner antes de fin de año, en su última aparición pública, en el estadio de La Plata.

Difícilmente las decisiones de Economía y de la Casa Rosada vayan a contradecir esa definición de política económica.

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