El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, se excusó de asistir al tedeum tradicional en la Catedral de Asunción por el aniversario de la Independencia, alegando el cumplimiento de las medidas de distanciamiento por la pandemia del coronavirus.

Sin embargo, el mandatario asistió con tapabocas a un acto militar de izamiento de la bandera nacional en el Palacio de Gobierno, observó la AFP este jueves.

Abdo aclaró más tarde que siguió el tedeum por televisión desde el despacho presidencial.

"Seguimos el Tedeum con mucha fe, esperanza y con la convicción de que nuestro país seguirá creciendo cada día. Dios bendiga a nuestra tierra", manifestó el gobernante en su cuenta de Twitter.

La tirantez de las relaciones del gobierno con la Iglesia se hicieron notorias esta semana tras la negativa de las autoridades sanitarias a permitir la concurrencia de feligreses a los oficios religiosos, luego de la reapertura laboral el lunes.

El gobierno de Abdo estableció una vuelta paulatina a la normalidad a través de una "cuarentena inteligente" que establece cuatro fases para el levantamiento de las restricciones. El plan marca recién para julio el retorno a las misas con público.

En su homilía, el arzobispo de Asunción, monseñor Edmundo Valenzuela, dijo que el miedo está sometiendo a la sociedad a "un sistema totalitario donde el Estado emerge como el poseedor de la verdad y de la vida, de la seguridad y de la salud".

"Mientras tanto, el virus (del COVID-19) nos desestabiliza social, económica, culturalmente y hasta amenaza con silenciar la vida religiosa", criticó el prelado.

Además, el arzobispo exhortó a finalizar la emergencia en la educación y advirtió del posible cierre de instituciones debido a "la insostenibilidad económica".

En Paraguay, la pandemia del coronavirus deja 754 infectados y 11 muertos, según el último reporte divulgado este jueves.