Los camalotes, la basura y hasta árboles de gran postura, le quitan brillo al espejo de agua del río Paraguay. Una lástimaLos formoseños muestran como un orgullo que una parte de la ciudad se sienta cubierta por el inmenso río Paraguay, cuyo espejo de agua le da un atractivo especial al paisaje que se puede observar todos los días.
Incluso, dentro de la propuesta turística encarada por los organismos responsables de difundir los atractivos provinciales, nuestra promocionada costanera es visitada diariamente por cientos de personas que residen en capital, interior, provincias vecinas y últimamente comienzan a llegar desde lejanas ciudades del país.
Lamentablemente, una buena parte del atractivo costanero se ve empañado por la presencia de camalotes que desde hace mucho tiempo se ha instalado en nuestra zona portuaria, quitándole brillo a las aguas del río y certificando la poca importancia de nuestras autoridades (nacionales o provinciales) de ordenar una “limpieza” del río para que se convierta nuevamente en un ponderable atractivo.
Es notable la presencia de los camalotes, a los que se deben sumar los árboles de gran crecimiento dentro del mismo río, sin descartar la basura y hasta la presencia de ciertos reptiles que muchas veces cruzan de un lado a otro la propia costanera, poniendo en peligro la presencia de mucha gente que transita por el sector.
Es hora de poner término a este panorama desolador que se observa a diario y que, tal vez, por la desidia de algunos, todavía se permite semejante paisaje que en nada favorece las promociones diarias de nuestra costanera.
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