Con una masiva concurrencia, se celebró ayer en esta ciudad el día de la Virgen de la Candelaria. Durante su homilía, monseñor Dionisio Echagüe instó a la conversión espiritual para hacer frente a los desafíos que enfrentan los jóvenes y la Iglesia.
Señaló la gran responsabilidad que tienen los padres durante el trienio (tres años) dedicados por la Iglesia a la juventud. Indicó que debe ser un tiempo para analizar el comportamiento y la relación sostenida con sus hijos a fin de hacer frente a los problemas por las cuales atraviesan en la actualidad.
“Es sumamente importante buscar la riqueza de la vida espiritual y no la material. Los jóvenes servidores de Dios son nuestra esperanza y los padres deben consagrar a sus hijos a Dios siempre”, dijo el sacerdote.
Invitó a la comunidad aregüeña a una conversión y renovación espiritual para el bien y el crecimiento de la sociedad y de todo el Paraguay.
Finalmente, dijo que el trabajo de protección y catequesis para los jóvenes debe ser realizado conjuntamente entre las familias y la Iglesia.
“Todos estamos involucrados, ya sean, padres, sacerdotes, diáconos, seminaristas y también los jóvenes”, precisó.
Al culminar la misa se realizó la tradicional procesión de la imagen por las calles céntricas de Areguá. Fue acompañada por decenas de devotos y amenizada por músicos de la Banda de la Policía Nacional.
En horas de la noche se realizó el festival artístico en homenaje a la Virgen.
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