El Papa: la religión cristiana no es la «religión del decir», Dios es concreto

El Papa: la religión cristiana no es la «religión del decir», Dios es concreto

Francisco en Santa Marta: hablar «y no hacer es un engaño», conduce «a la vanidad». «¿Cuántos padres se dicen católicos, pero nunca tienen tiempo para hablar con sus hijos, para jugar con ellos, para escucharlos?»

Por DOMENICO AGASSO JR. - ROMA

Actúan haciendo el bien, no solo hablando sobre él. La religión cristiana no es «del decir», hipócrita y vanidosa, sino que es una religión concreta. Papa Francisco comentó de esta manera la liturgia de hoy durante la homilía de la Misa que celebró en la capilla de la casa Santa Marta, según indicó la Radio Vaticana. Durante la Cuaresma, explicó, Dios «nos enseña el camino del hacer».

El Pontífice advirtió que la vida cristiana es concreta, sobre todo «Dios es concreto», pero hay muchos cristianos que hacen finta de serlo, los que plantean la pertenencia a la Iglesia como un honor sin compromisos ni responsabilidades, un prestigio, en lugar de lo que es verdaderamente: un servicio hacia los más pobres y necesitados.

El Pontífice reflexionó hoy sobre el pasaje evangélico del profeta Isaías, del Evangelio de Mateo, para insistir en la «dialéctica evangélica entre el decir y el hacer». Papa Bergoglio subrayó las palabras de Jesús, que desenmascara la hipocresía delos escribas y fariseos al exhortar a los discípulos y a la multitud a observar lo que les enseñan y que no se comporten como ellos: «El Señor nos enseña el camino del hacer. Y cuantas veces encontramos gente (¡también nosotros, ¿eh?!), muchas veces en la Iglesia: ‘Oh, sí, soy muy católico’. ‘Pero, ¿qué haces?’. ¿Cuántos padres se dicen católicos, pero no tienen tiempo para hablar con sus hijos, para jugar con sus hijos, para escuchar a sus hijos? Tal vez tienen a sus padres en casas de reposo, pero siempre está ocupados y nunca pueden ir a visitarlos y los dejan abandonados. ‘¡Pero yo soy muy católico, ¿eh?! Yo pertenezco a esa asociación’». Esta, insistió el Papa, «es la religión del decir: yo digo que soy así, pero hago la mundanidad».

«Decir y no hacer», advirtió el Papa, «es un engaño». Las palabras de Isaías indican qué es lo que prefiere el Señor: «Dejen de hacer el mal, aprendan a hacer el bien»; «Socorran al oprimido, hagan justicia al huérfano, defiendan la causa de la viuda». Además, demuestran también la infinita misericordia de Dios, que comunica a la humanidad: «Vengan, vengan —indicó Francisco— y discutimos. Aunque sus pecados fueran como escarlata, se volverán blancos como la nieve».

«La misericordia del Señor —observó el Papa— sale al encuentro de los que tienen el valor de discutir con Él, pero discutir sobre la verdad, sobre las cosas que yo hago o las que no hago, para corregirme. Y este es el gran amor del Señor —precisó Francisco—; en esta dialéctica entre el decir y el hacer. Ser cristiano significa hacer: hacer la voluntad de Dios. Y el último día (porque todos tendremos uno, ¿eh?), ese día, ¿qué nos preguntará el Señor? Nos dirá: ‘¿Qué dijiste sobre mí?’. ¡No! Nos preguntará qué hicimos».

Papa Bergoglio se detuvo también para reflexionar sobre el capítulo del Evangelio de Mateo que habla del Juicio final, cuando Dios pedirá cuentas al hombre sobre su comportamiento con los más necesitados, los hambrientos, los sedientos, los encarcelados, los extranjeros: «Esta —exclamó Francisco— es la vida cristiana. Por el contrario, solo decir nos lleva a la vanidad, a ese hacer finta de ser cristianos. Pero no, no se es cristiano así».

Para concluir, una invocación: «Que el Señor nos dé esta sabiduría para comprender bien cuál es la diferencia entre decir y hacer, y que nos enseñe el camino del hacer y nos ayude a seguir por ese camino, porque el camino del decir nos lleva al lugar en el que estaban estos doctores de la ley, estos clérigos, a los que les gustaba vestirse y ser como si fueran una majestad, ¿no? Y esto —repitió— no es la realidad del Evangelio. Que el Señor nos enseñe este camino».

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