El papa recibió a Félix Díaz en el Vaticano

El papa recibió a Félix Díaz en el Vaticano
El papa Francisco recibió ayer por la mañana en el Vaticano al líder qom Félix Díaz, quien le pidió que “interceda” ante la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para se reúna con el sector y “resuelva” los conflictos de los pueblos originarios.

"Nosotros lo que queremos es que interceda”, dijo Díaz tras el encuentro, que duró 45 minutos, ya que la intención es “dialogar con la Presidenta” a fin de “que nos escuche y resuelva los problemas que tenemos los pueblos originarios de la Argentina”, manifestó el cacique en diálogo con radio Continental.

“El Estado debe garantizar nuestros derechos. No queremos que el Gobierno nos considere como opositores, sino como indígenas, queremos ser escuchados. Hace más de tres años que venimos pidiendo la resolución de nuestros conflictos y seguimos en la espera”, dijo Díaz.

Por su parte, el sacerdote católico Francisco Nazar, quien trabaja con las comunidades aborígenes de Formosa y participó del encuentro junto al premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, aseguró que el Papa “escuchó mucho y habló poco”, a la vez que se mostró “muy firme” y “abierto al diálogo y a la construcción en paz”.

Desalojo violento

La comunidad que encabeza Díaz fue desalojada violentamente en noviembre de 2010 cuando cortaban la ruta 86 en reclamo de la devolución de un sector de su territorio y la represión dejó como saldo la muerte de un aborigen y de un policía.

Luego acamparon en Capital Federal durante varios meses para exigir diálogo con el Gobierno, tras lo cual fueron recibidos por el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y posteriormente por el secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda, aunque no hubo “respuestas concretas, hubo diálogo, pero no se llegó a la práctica de lo acordado”.

Además, en estos últimos años las comunidades originarias de Formosa han denunciado una serie de muertes y lesiones de muchos de sus miembros, pero el Gobierno provincial siempre las atribuyó a accidentes y peleas internas entre los propios aborígenes.

A principios de junio, en la ciudad de Formosa se celebró un congreso de indígenas de toda Argentina en la que denunciaron que 18 personas de sus comunidades habían sido asesinadas en los últimos cinco años por pelear por sus propiedades, en episodios en lo que a veces los jueces, los policías y los gobiernos provinciales habían rotulado de accidentes o disputas personales. Díaz participó de aquel encuentro y después llevó sus conclusiones hasta la Casa Rosada (sede presidencial de Argentina, en Buenos Aires). Pernoctó enfrente del edificio, en la Plaza de Mayo, pero no logró su objetivo de que Fernández los recibiera. Días antes, en el festejo patrio de Argentina, el 25 de mayo, la jefa de Estado se había mostrado en un acto junto con el gobernador formoseño.

Nuevos caminos

Con el apoyo del Nobel de la Paz argentino, Adolfo Pérez Esquivel, luchador contra la última dictadura de su país (1976-1983), Díaz viajó a Roma y le solicitó al máximo pontífice que mediara entre él y la presidenta argentina. “Le hemos pedido que interceda y él dijo que la mejor forma de resolver los problemas es a través del diálogo. Él va a intentar eso, espero que salga (adelante la iniciativa)”, declaró Díaz.

Francisco, que cuando era arzobispo de Buenos Aires ya había recibido a Díaz y mantenía una tensa relación con Fernández, cuenta desde que es papa con el apoyo del kirchnerismo. Habrá que ver si este nuevo vínculo sirve para canalizar la reclamación indígena o si la jefa de Estado vuelve a distanciarse del excardenal Jorge Bergoglio.

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