El Papa Francisco trasladó al presidente de China, Xi Jinping, su pésame por el "trágico" accidente aéreo del lunes en la región de Guangxi (sur), en el que perdieron la vida las 132 personas que viajaban en la aeronave.

"Al conocer la triste noticia del trágico accidente aéreo en la provincia de Guangxi y la pérdida de vidas humanas, Su Santidad envía sus sentidas condolencias a usted y a sus conciudadanos", se lee en el telegrama, publicado el mismo lunes por la Santa Sede.

En la misiva, dirigida a Xi y firmada como es habitual por el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, Francisco asegura sus oraciones por las víctimas y por "el consuelo de quienes las lloran".

Y termina invocando su bendición para todos ellos.

El suceso se produjo pasadas las 14.00 hora local (6.00 GMT) del lunes cuando el Boeing 737 de la compañía China Eastern Airlines de la ruta MU 5735 entre Kunming y Cantón sobrevolaba una zona montañosa de la provincia Guangxi con 132 personas a bordo.

El Vaticano y China han dado pasos para su acercamiento después de mantener rotas sus relaciones diplomáticas desde 1951, en tiempos de Mao Zedong, y en 2020 renovaron por un bienio su histórico acuerdo para el nombramiento de obispos, principal escollo entre las partes.

En concreto, las relaciones diplomáticas entre China y el Vaticano han sido oficialmente inexistentes desde 1951 por la excomunión por parte de Pío XII de dos obispos designados por Pekín, a lo que las autoridades chinas respondieron con la expulsión del nuncio apostólico, que se asentó en la isla de Taiwán.

China, por su parte, tiene su propia Iglesia Patriótica Católica desde 1949, cuando Mao Zedong estableció en Pekín la República Popular China.

El Vaticano y China han vivido un cierto acercamiento con el pontificado de Francisco y han manifestado en diversas ocasiones su voluntad de mejorar sus lazos.

En 2014, Pekín permitió por primera vez sobrevolar su territorio al avión en el que el Papa viajaba a Corea del Sur para una visita apostólica.

Entonces, el pontífice envió también un telegrama con sus "mejores deseos" a Xi y a la población del país poco antes de que el avión papal sobrevolara la potencia asiática.