Lo dijo Francisco durante el Ángelus, comentando un pasaje del Evangelio. “En cambio, Cristo nos ve con los ojos del corazón”. Y, sobre el viaje a América Latina: “Inolvidable”
Por MAURO PIANTA
La mirada de Jesús hacia las personas no es la de un “sociólogo o de un fotoreportero, porque Él siempre mira con los ojos del corazón”. Lo subrayó Papa Francisco en el breve discurso que precedió el Ángelus. Comentó el episodio evangélico de la misericordia expresada por Jesús hacia la multitud que le parecía como un rebaño “ de ovejas sin pastor”.
Los tres verbos utilizados en el Evangelio de Marcos, observó Bergoglio, pueden ser definidos como “los verbos del Pastor”. “Su compasión -explicó el Pontífice- no es solo un sentimiento humano, sino que es la conmoción del Mesías en la que se hizo carne la ternura de Dios”. Según Francisco, “de esta compasión nace el deseo de Jesús de nutrir a la multitud con el pan de su Palabra”. Y añadió: “Jesús ve, Jesús tiene compasión, Jesús enseña: ¡qué bello es esto!”.
Al saludar a los fieles presentes en Plaza San Pedro, Francisco exclamó: “Veo que son valientes con este calor; ¡felicidades!”.
Después, el Papa recordó su viaje apostólico a América Latina, mismo que definió como “Inolvidable”. “Agradezco a Dios con todo el corazón por este don. Y renuevo mi reconocimiento a las autoridades de estos países -continuó el Papa-, por su acogida y colaboración. Con gran afecto, agradezco a mis hermanos los obispos, a los sacerdotes, a las personas consagradas y a todas las poblaciones por el calor con el que participaron”.
“El Continente latino-americano -dijo el Papa, recordando sus bellezas naturales- tiene enormes potencialidades humanas y espirituales, custodia valores cristianos profundamente arraigados, pero todavía vive graves problemas sociales y económicos. Para contribuir a su solución, la Iglesia está comprometida en movilizar las fuerzas espirituales y morales de sus comunidades, colaborando con todas las partes sanas de la sociedad. Frente a los grandes desafíos que el anuncio del Evangelio debe afrontar, invité a pedir a Cristo Señor la su gracia, que salva y da la fuerza para el compromiso del testimonio cristiano, para desarrollar la difusión de la Palabra de Dios, con el fin de que la destacada religiosidad de aquellas poblaciones pueda ser siempre testimonio fiel del Evangelio”.
Y después concluyó con su ya tradicional despedida: “Les deseo a todos muy buen domingo. Les pido que no se olviden de rezar por mí. Buen provecho y hasta pronto”.
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