Papa Francisco: ¿Qué pasa que hoy hay más mártires que nunca, y no salen en la TV?

Papa Francisco: ¿Qué pasa que hoy hay más mártires que nunca, y no salen en la TV?

Homilía en Casa Santa Marta

La fuerza más grande de la Iglesia hoy está en las pequeñas iglesias perseguidas. Lo ha dicho el Papa en la Misa matutina en la Casa Santa Marta. El corazón de la homilía de Francisco son los mártires. “Hoy hay más que en los primeros siglos”, “los medios de comunicación no lo dicen” porque no es noticia, destaca el Papa que invita a recordar a los que sufren el martirio.

“Sin memoria no hay esperanza”. Lo recuerda Francisco en la homilía que ha girado en torno a la Carta a los Hebreos en la que exhorta a recorrer toda la historia del pueblo del Señor. Concretamente en el capítulo once, que la Liturgia propone en estos días, se habla de la memoria. Antes que nada “una memoria de docilidad”, la memoria de la docilidad de mucha gente, comenzando por Abraham que, obediente, salió de su tierra sin saber adónde iba. En especial en la Primera Lectura de hoy trata también del capítulo undécimo de la Carta a los Hebreos, donde se habla de otras dos memorias. El recuerdo de las grandes gestas del Señor, llevadas a cabo por Gedeón, Barac, Sansón, David, “mucha gente, dice el Papa, que ha realizado grandes gestas en la historia de Israel”.

Hoy hay más mártires que en los primeros siglos: los medios no lo cuenta porque no es noticia

Hay un tercer grupo del que acordarse, “la memoria de los mártires”, “los que sufrieron y dieron la vida como Jesús”, “fueron lapidados, torturados, asesinados a espada”. La Iglesia es, de hecho, “este pueblo de Dios”, “pecadores pero dóciles”, “que hace grandes cosas y que da testimonio de Jesucristo hasta el martirio”.

“Los mártires son los que llevan adelante a la Iglesia, los que la sostienen, antes y ahora. Y hoy hay más que en los primeros siglos. Los medios de comunicación no lo dicen porque no es noticioso, pero muchos cristianos en el mundo son beatos porque son perseguidos, insultados, encarcelados. Hay muchos en las cárceles, solo por llevar una cruz o por confesar a Cristo. Esta es la gloria de la Iglesia y nuestro sustento y también nuestra humillación: nosotros que tenemos de todo, que todo lo tenemos fácil y que nos lamentamos continuamente cuando nos falta algo. Pensemos en estos hermanos y hermanas que hoy, en un mayor número que en los primeros siglos, sufren el martirio”.

“No puedo olvidar”, prosigue Francisco, “el testimonio de ese sacerdote y de esa religiosa en la catedral de Tirana: años y años de cárcel, trabajos forzados, humillaciones”, para los que no existían los derechos humanos.

La fuerza más grande de la Iglesia son las pequeñas iglesias perseguidas

“También nosotros, es verdadero y justo, nos sentimos satisfechos cuando vemos un acto eclesial que ha tenido un gran éxito, los cristianos que se manifiestan… ¡Es bello, no! ¿Es fuerza esto? Sí, es fuerza. Pero la fuerza más grande está en las pequeñas iglesias, con poca gente, que son perseguidas, con sus obispos encarcelados. Esta es nuestra gloria hoy y nuestra fuerza también”.

La sangre de los mártires es semilla de cristianos

“Una Iglesia sin mártires, me atrevo a decir, es una iglesia sin Jesús”, afirma concluyendo el Papa que nos invita a rezar “por nuestros mártires que sufren muchísimo”. “Recemos por las iglesias que nos son libres de expresarse: ellos son nuestra esperanza”.

El Papa recuerda que en los primeros siglos de la Iglesia un antiguo escritor decía: “la sangre de los cristianos, la sangre de los mártires, es semilla de cristianos”. “Ellos con su martirio, su testimonio, su sufrimiento, también dando la vida, ofreciendo la vida, siembran cristianos para el futuro y para otras iglesias. Ofrezcamos esta Misa por nuestros mártires, por los que ahora sufren, por las iglesias que sufren, que no tienen libertad. Y agradezcamos al Señor que está presente con la fortaleza de Su Espíritu en estos hermanos y hermanas nuestras que hoy dan testimonio de Él”.

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