Este viernes 9 de abril se dio a conocer una carta enviada desde El Vaticano a monseñor Óscar Urbina en la que se afirma que el papa Francisco ha elevado una oración por los habitantes del Pacífico colombiano ante los hechos de violencia que se han registrado durante este año.

El documento está firmado por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano. Allí se indica que, frente al insistente llamado de los obispos del Pacífico y suroccidente del país en la búsqueda incesante de la paz, el pontífice reprueba los hechos de violencia en estos territorios y expresa su cercanía a las comunidades y personas que están en medio de estos sufrimientos.

El secretario de Estado aseguró que, el santo padre ora de manera especial por el “eterno descanso de las víctimas e invoca la maternal intercesión de la Virgen María”.

El mensaje textual a nombre del Papa Francisco, firmado por el cardenal Pietro Parolin, es el siguiente:

“Al recibir la triste noticia de los repetidos actos de violencia que sufren los habitantes de la región del Pacífico y suroccidental de vuestro país y sabiendo del empeño de los obispos, sacerdotes, religiosos y laicos en la búsqueda incesante por constituir lazos de paz en la entera región, el Santo Padre reitera su firme reprobación a estos episodios de violencia y manifiesta su cercanía a las personas que están en medio de tanto sufrimiento”.

Así mismo, “eleva su oración al señor y encomienda muy especialmente a su misericordia el eterno descanso de las víctimas e invocando la maternal intercesión de la Santa Madre de Dios, les imparte de corazón la bendición apostólica”, concluye la carta de El Vaticano.

Después de haberse hecho pública la carta, el obispo de Quibdó (Chocó), monseñor Juan Carlos Barreto, expresó en RCN Radio que esto es una motivación para continuar en la misión pastoral.

El sumo pontífice destacó el “empeño” de los sacerdotes en la “búsqueda incesante por construir lazos de paz en esta región”. Igualmente, en nombre de los religiosos de esta zona del país el obispo agradeció el mensaje del papa y reiteró que este es un estímulo para seguir trabajando con los más vulnerables.

“Los obispos de la Costa Pacífica y del Suroccidente de Colombia agradecemos el mensaje de apoyo y solidaridad enviado por el Papa Francisco, motivándonos a continuar a la misión de construcción de paz en nuestros territorios”, señaló en la emisora.

Por su lado, monseñor Juan Carlos Barreto agregó que, “las enseñanzas y el testimonio del santo Padre han sido un estímulo fundamental para nuestro servicio evangelizador, a una región que ha estado marcada por el abandono estatal y la violencia. Imploramos del Señor las luces necesarias para continuar apoyando a nuestras comunidades en la esperanza de un futuro mejor”.

Un conflicto que parece no acabar

Buenaventura (Valle del Cauca), el principal puerto colombiano en el Pacífico, sufre una oleada de violencia por la disputa interna entre dos facciones de la banda ‘La local’, que ha cobrado la vida de 24 personas en los dos primeros dos meses de 2021, según cifras de Medicina Legal.

Durante este tiempo se captaron imágenes de hombres patrullando con fusiles en las calles del puerto aterrorizando, una situación que provocó una crisis en el orden público de la ciudad por la que tuvo que intervenir el Gobierno nacional. Y si bien se ha reducido la violencia, todavía no se resuelven los problemas estructurales en esa ciudad.

En entrevista con Infobae Colombia en marzo de este año, monseñor Rubén Darío Jaramillo, el arzobispo de Buenaventura, una de las voces que han surgido para rechazar a los violentos expresó que para superar la oleada de violencia en esta zona del país se “requiere de una intervención integral del Estado en todos los frentes: el social y el económico. Todo eso hay que hacerlo, pero principalmente que el Estado tome las riendas del Distrito y no los violentos”.

Igualmente señaló que, siguen y son desplazamientos internos entre barrios “porque la gente no tiene con que irse para otro lugar entonces pasan simplemente de barrio, un poco para cuidarse. Son personas que están viviendo en zonas donde esas bandas se apoderan de los territorios. Amenazan a los hijos para que entren a las bandas y a las niñas que tienen que estar con esos hombres. A los que trabajan, que tienen que pasar una parte del sueldo, mejor dicho están alborotados”.