En la mañana de este domingo, tras finalizar la Santa Misa, concluyó el breve pero intenso viaje del Papa Francisco a Luxemburgo y Bélgica.
Por Almudena Martínez-Bordiú.
El avión en el que viaja el Santo Padre junto a los periodistas y miembros de la Curia romana despegó del aeropuerto de Bélgica pasadas las 13.00 horas con destino a Roma.
En tan sólo 3 días, el Santo Padre ha visitado estos dos países del corazón de Europa, desde donde ha insistido en la necesidad de “hacer hijos” frente a las bajas tasas de natalidad y denunciado el grave problema de los abusos dentro de la Iglesia.
Dos momentos de este viaje apostólico, el número 46 de su pontificado, destacaron especialmente: el encuentro que el Pontífice mantuvo con 17 víctimas de abusos en Bélgica y su oración silenciosa frente a la tumba del rey Balduino.
Tras escuchar los testimonios de los sobrevivientes, el Papa Francisco se salió del texto oficial para advertir durante su homilía que “todos caben en la Iglesia, pero todos serán juzgados” e insistió que en la Iglesia “no hay lugar para encubrir los abusos”.
Sus momento de oración frente a la tumba de Balduino, el rey que abdicó para no firmar la ley que permitía el aborto en su país, quedará también en la memoria del pueblo belga.
De hecho, el Santo Padre informó que en su regreso a Roma abrirá el proceso de beatificación de este monarca profundamente católico y pidió a los obispos del país “comprometerse con esta causa”.
Cabe mencionar también la beatificación en la Misa de hoy de la española Ana de Jesús, la “mano derecha” de Santa Teresa de Ávila que ayudó a expandir a los carmelitas descalzos a Francia y Bélgica a principios del siglo XVII.
A su paso por Luxemburgo, exhortó a los fieles a aceptar el desafío de ser “una Iglesia que no se repliega, sino que sale y evangeliza en medio de una sociedad secularizada”.
También cabe destacar el encuentro que mantuvo en Bélgica con los profesores de la Universidad Católica de Lovaina, en el marco de su 600 aniversario.
Allí, exhortó a “buscar la verdad en un mundo que corre el riesgo de ser víctima del racionalismo sin alma”.
En su discurso desde la Universidad, destacó tres actitudes cristianas necesarias para abordar el cuidado de la casa común: gratitud, misión y fidelidad.
Como es habitual en sus viajes, el Papa Francisco cambió la ruta del programa oficial en varias ocasiones, protagonizando emotivos encuentros, como el que mantuvo con ancianos sin recursos en Bélgica, su desayuno con personas sin techo o su breve reunión con familias de refugiados.
También sorprendió cuando decidió detenerse por sorpresa en una cafetería de Luxemburgo para tomarse un café.
Está previsto que el Santo Padre aterrice en el aeropuerto Fiumicino de Roma pasadas las 15.00 horas.
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