El Papa advierte que en la sociedad "estamos perdiendo la capacidad de escucharnos"

El Papa advierte que en la sociedad

Dijo que esto se produce tanto en los intercambios con quien tenemos delante cómo en los debates sobre temas importantes de la vida. Y que creció la desconfianza en la información. Alertó ante "bandos ideológicos" en la Iglesia que surprimen la escucha.

El papa Francisco advirtió que en la sociedad actual "estamos perdiendo la capacidad de escuchar a quien tenemos delante" y que durante la larga pandemia que estamos viviendo y en medio de la llamada "infodemia" -una sobreabundacia de información- creció la desconfianza ante la información oficial "por lo que es cada vez más difícil hacer creíble y transparente" el mundo de la comunicación, en su mensaje publicado hoy en ocasión de la Jornada Mundial de la Comunicación.

Francisco dijo que tambien en la Iglesia existe la necesidad de "escucharnos más" y lamentó que "cuando se forman bandos ideológivos la escucha desaperece" y "su lugar lo ocupan contraposiciones estériles".     

“Escuchar con los oídos del corazón” se titula el mensaje que el Santo Padre firmó este 24 de enero – memoria de San Francisco de Sales, Doctor de la Iglesia, fundador de la Orden de la Visitación y patrono de la prensa católica – con motivo de la 56ª Jornada mundial de las Comunicaciones Sociales que se celebrará el próximo 29 de mayo.

En el mensaje – rubricado en San Juan de Letrán, catedral de Roma – el Papa comienza recordando que el año pasado “reflexionamos sobre la necesidad de ir y ver para descubrir la realidad y poder contarla a partir de la experiencia de los acontecimientos y del encuentro con las personas”.

“Siguiendo en esta línea, deseo ahora centrar la atención sobre otro verbo, ‘escuchar’, decisivo en la gramática de la comunicación y condición para un diálogo auténtico”, comenzó.

Así, Francisco aconsejó a los informadores "escuchar en profundidad, especialmente el malestar social acrecentado por la disminución o el cese de muchas actividades económicas".

El pontífice también constató "que estamos perdiendo la capacidad de escuchar a quien tenemos delante, sea en la trama normal de las relaciones cotidianas, sea en los debates sobre los temas más importantes de la vida civil".

Y aseguró que "una tentación siempre presente y que hoy, en el tiempo de las redes sociales, parece haberse agudizado, es la de escuchar a escondidas y espiar, instrumentalizando a los demás para nuestro interés".

Mientras que, "por el contrario, lo que hace la comunicación buena y plenamente humana es precisamente la escucha de quien tenemos delante, cara a cara, la escucha del otro a quien nos acercamos con apertura leal, confiada y honesta".

Lamentó que "es evidente también en la vida pública, en la que, a menudo, en lugar de oír al otro, lo que nos gusta es escucharnos a nosotros mismos", mientras que en el mundo de la información criticó que "se busca el consenso; más que a la escucha, se está atento a la audiencia".

Agregó que "no se comunica si antes no se ha escuchado, y no se hace buen periodismo sin la capacidad de escuchar" y que "para ofrecer una información sólida, equilibrada y completa es necesario haber escuchado durante largo tiempo" y "para contar un evento o describir una realidad en un reportaje es esencial haber sabido escuchar, dispuestos también a cambiar de idea, a modificar las propias hipótesis de partida".

Reservó un punto de su mensaje a la comunicación sobre las migraciones, al observar que "para vencer los prejuicios sobre los migrantes y ablandar la dureza de nuestros corazones, sería necesario tratar de escuchar sus historias, dar un nombre y una historia a cada uno de ellos".

"Muchos buenos periodistas ya lo hacen. Y muchos otros lo harían si pudieran. ¡Alentémoslos! ¡Escuchemos estas historias! Después, cada uno será libre de sostener las políticas migratorias que considere más adecuadas para su país. Pero, en cualquier caso, ante nuestros ojos ya no tendremos números o invasores peligrosos, sino rostros e historias de personas concretas, miradas, esperanzas, sufrimientos de hombres y mujeres que hay que escuchar", agregó.

Respecto a la Iglesia católica, el papa afirmó que "es triste cuando se forman bandos ideológicos, la escucha desaparece y su lugar lo ocupan contraposiciones estériles".

Por último, en cuanto a la acción pastoral, el pontífice escribió que “la obra más importante es ‘el apostolado del oído’. Escuchar antes de hablar, como exhorta el apóstol Santiago. Y recordando que acaba de comenzar el proceso sinodal, el Papa pide que “oremos para que sea una gran ocasión de escucha recíproca”.

“La comunión no es el resultado de estrategias y programas, sino que se edifica en la escucha recíproca entre hermanos y hermanas. Como en un coro, la unidad no requiere uniformidad, monotonía, sino pluralidad y variedad de voces, polifonía. Al mismo tiempo, cada voz del coro canta escuchando las otras voces y en relación a la armonía del conjunto. Esta armonía ha sido ideada por el compositor, pero su realización depende de la sinfonía de todas y cada una de las voces”, exhortó.

Y concluyó destacando que “conscientes de participar en una comunión que nos precede y nos incluye, podemos redescubrir una Iglesia sinfónica, en la que cada uno puede cantar con su propia voz acogiendo las de los demás como un don, para manifestar la armonía del conjunto que el Espíritu Santo compone”.

Comentá la nota