El ex presidente de la Organización Sionista del Uruguay (OSU) y miembro actual de su ejecutivo, Gerardo Stuczynski, dialogó con la Agencia Judía de Noticias (AJN) desde Jerusalem sobre la actual ola de violencia a raíz del conflicto entre israelíes y palestinos.
“Israel supo antes cómo enfrentar y sobreponerse a amenazas de todo tipo y también en esta ocasión superará este momento con la unidad y la grandeza de su pueblo y la de sus fuerzas de seguridad”, expresó Stuczynski, quien también se desempeña como secretario general de la Confederación Sionista Latinoamericana e integra el ejecutivo de la OSM.
¿Cuál es su análisis sobre la actual ola de ataques terroristas que está sufriendo Israel?
Evidentemente que más allá de la denominación que le podamos dar, “tercer intifada” o no, el objetivo es claramente sembrar el terror en todo el país, sin diferenciar zonas geográficas o ciudades. La ideología de quienes perpetran este tipo de actos execrables es el islamismo extremista y fanático, que no lucha por un objetivo político sino religioso. No busca concretar un Estado palestino, sino obviamente matar judíos por el mero hecho de serlo.
Cualquier intento de disfrazar estas acciones asesinas de movimiento de liberación nacional es una vil mentira y una tergiversación de la realidad. Y aunque parezca increíble, muchos medios de comunicación y grupos políticos lo hacen.
¿Qué rol juegan las redes sociales para incitar la violencia?
Como dijo el Primer Ministro (Benjamin) Netanyahu en el acto de inauguración del Congreso Sionista (motivo por el cual viajó a Jerusalem), esta es una lucha de una ideología malvada que santifica la muerte que utiliza la tecnología del siglo XXI para propagarse. Y efectivamente los grupos terroristas utilizan las redes sociales para incentivar, motivar e incluso explicar cómo ejecutar este tipo de acciones inhumanas.
Comparado con otras situaciones similares, ¿cree que esta ola de violencia aumentará?
Si observamos el comportamiento de los grupos radicales islámicos en el mundo, es difícil ser optimista. Nos hemos sorprendido una y otra vez con el surgimiento en el mundo musulmán de grupos, organizaciones y países que pugnan entre sí por quien logra ser más extremista y más retrógrado, Irán, Boko Haram, Al Nusra, Estado Islámico, Al Qaeda, Hamás, Hizbolá, etc. No sabemos hasta dónde llegará la interpretación del Islam más desequilibrada y desquiciada.
Claro que existe un Islam moderado, pero no lo escuchamos condenar frontalmente estas acciones.
Sin embargo Israel es un país democrático, en el que la población árabe de la cual surge esta minoría de terroristas, goza de todos los privilegios de vivir en una sociedad moderna y abierta. Israel supo antes cómo enfrentar y sobreponerse a amenazas de todo tipo y también en esta ocasión superará este momento con la unidad y la grandeza de su pueblo y la de sus fuerzas de seguridad.
Debido a que usted se encuentra en Jerusalem, ¿cómo está viviendo personalmente la crisis?
Los terroristas buscan alterar la vida normal del país y es precisamente lo que hay que evitar. Cambiar la rutina diaria, es otorgarles en parte un triunfo. Puede haber una situación específica que haga que la gente camine con más cuidado, que esté más alerta y en ciertos casos también temerosa. Pero en general se sigue adelante con la vida cotidiana, cada uno en sus tareas.
En lo personal vengo muy frecuentemente a Jerusalem, integro con orgullo el Ejecutivo Sionista Mundial y desarrollo todas mis actividades en forma normal, como el resto de los jerosolimitanos.
Si bien es cierto que el turismo interno en Jerusalem ha descendido y que hay quienes sí pueden dejar esa visita para otra ocasión, lo hacen. De todas maneras hemos visto atentados en toda la geografía de este pequeño país.
¿Qué opina de la propuesta de Francia de poner observadores internacionales en el Monte del Templo?
Un gigantesco disparate, un premio al terrorismo. La única fuerza que puede garantizar los derechos plenos para todas las religiones es la soberanía de Israel sobre los lugares santos. Cuando el Muro de los Lamentos estuvo 19 años bajo soberanía jordana, a los judíos les era prohibido acercarse. Además destruyeron sinagogas y cementerios judíos cuyas lápidas se utilizaron para empedrar calles. ¿A usted le parece que en una zona tan convulsionada las Naciones Unidas pueden poner orden? A mí la pregunta me parece retórica.
¿Qué rol deben tener las comunidades judías de Latinoamérica?
Entiendo que los judíos del mundo tenemos la misión de explicar la posición de Israel, de luchar por la verdad. Nuestra función debería ser esclarecer a los gobiernos y ciudadanos de buena voluntad para que comprendan lo que realmente está pasando. El conflicto se manifiesta en muchos aspectos y también existe una guerra de comunicación y propaganda. Debemos hacer el esfuerzo de explicar los hechos y refutar las mentiras que se repiten una y otra vez hasta convertirse en la verdad aceptada por la mayoría. El terrorismo no se debe a los asentamientos ni a la ocupación de territorios, porque existía cuando no había asentamientos y los territorios en cuestión estaban en manos árabes, pertenecían a Jordania y Egipto. El terrorismo es la consecuencia de la educación en el odio y en la no aceptación del derecho a Israel de existir como Estado judío.
¿Cree que otros países deberían imitar la manifestación a favor de Israel como la que se organizó en Uruguay?
Si bien entiendo que en cada país la situación es diferente, en principio hay que manifestarse abiertamente en apoyo de Israel. En algunos países el antisemitismo prolifera y se multiplica y algunos gobiernos han tenido posturas abiertamente anti israelíes. Pero en aquellos países donde se respetan las libertades individuales, la manifestación es una forma válida no solamente de demostrar nuestra absoluta solidaridad e identificación con lo que están viviendo nuestros hermanos en Israel, sino también es una poderosa herramienta de comunicación, una manera de llamar la atención de los medios de comunicación para dejar sentada nuestra posición y esclarecer la verdad de los hechos.
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