En el ocaso de su vida, el Papa Benedicto XVI hizo un emotivo viaje a Alemania

En el ocaso de su vida, el Papa Benedicto XVI hizo un emotivo viaje a Alemania

Joseph Ratzinger llegó sorpresivamente el jueves a Ratisbona para ver una vez más a su hermano enfermo. Se trató de su primer viaje a su Baviera natal desde que abdicó al trono papal.

El papa emérito, Benedicto XVI, visitó este fin de semana su antigua casa cerca de Ratisbona, en Alemania, saludó a antiguos vecinos y oró en la tumba de sus padres, como parte de un viaje que tuvo como motivo principal visitar a su hermano, el reverendo Georg Ratzinger, de 96 años, que se encuentra gravemente enfermo. A sus 93 años, el ex pontífice aprovechó el fin de las restricciones fronterizas de Europa y se arriesgó a realizar un viaje que podría ser el último de su vida a su tierra natal.

Se trata del primer viaje de Benedicto a Alemania desde que renunció al trono papal, y muchos alemanes se preguntaron si el ex pontífice, entronizado en 2005, había regresado para morir en su pueblo, aunque regresó este lunes a Roma.

La visita representó para Ratzinger una gran exigencia, por lo que quedó muy agotado, según reveló Clemens Neck, portavoz de la diócesis de Ratisbona, citando al secretario privado del papa emérito, Georg Gänswein. El vocero dijo que tanto el viaje como la falta de la rutina cotidiana habitual implicaron una exigencia para el anciano, quien sin embargo se alegró enormemente de dar a su hermano mayor el que quizás fuera el último abrazo.

 

Georg Ratzinger, durante muchos años al frente de la Catedral de Ratisbona, esperó con tanta impaciencia la llegada de su hermano menor que pulsaba su despertador cada pocos minutos para que le dijera la hora, relató Neck, citando al ama de llaves de la casa. El hombre de 96 años está casi completamente ciego, muy enfermo y postrado en cama. “El encuentro entre los hermanos fue un reunión reconfortante y conmovedora y el Papa emérito está exhausto pero lleno de alegría", dijo la Diósesis de Ratisbona en un mensaje.

El papa emérito vive en el monasterio Mater Ecclesiae, en el complejo del Vaticano, desde poco después de su retiro en 2013 agotado por sus esfuerzos de reforma de la Iglesia y las querellas internas, una decisión que conmocionó al mundo católico. Elegido al papado en 2005 como sucesor de San Juan Pablo II, Ratzinger se convirtió en el primer pontífice en 600 años que renunció a su cargo y fue sustituido por el actual papa Francisco. Actualmente, vive con el arzobispo alemán Gänswein y cuatro religiosas italianas.

 

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