El especialista explicó a LA NACION que el Observatorio suele medir la pobreza en la encuesta anual que desarrollan en julio y que se hará en los próximos meses . Sin embargo, Salvia, reconoció problemas técnicos para poder avanzar en el relevamiento debido a las dificultades actuales del aislamiento que, por lo menos, en el Área Metropolitana de Buenos Aires, por las fuertes restricciones de movilidad, va a resultar difícil poder entrevistar en forma presencial a cientos de personas.

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En la reciente encuesta que se realizó en 500 hogares entre el 7 y el 10 de este mes de la zona metropolitana , Salvia indicó que se preguntó para evaluar el empleo, los ingresos y la seguridad alimentaria.

 

La UCA no incluyó el índice de pobreza en su último informe Fuente: Archivo - Crédito: Tomás Cuesta

 

Sobre la medición de la pobreza, en diálogo con A24 , Salvia sumó otros condimentos metodológicos que complican "establecer en este contexto una linea de pobreza que pueda representar la situación porque no hay precios, ofertas, demanda e ingresos ".

"Es una canasta que no puede realizarse porque hay una variación en el patrón de los consumos de los hogares y si uno aplica en este contexto el método tradicional, sin duda, se está por arriba del 50% de pobreza algo que se puede plantear que es así en términos monetarios pero en capacidad de consumo es mas complejo ", indicó.

Y para ejemplificar la dificultad metodológica Salvia dijo que " hay un 60% de la población que perdió ingresos pero eso no significó que no pudo cubrir sus gastos básicos para este contexto ".

El Observatorio de la UCA midió muy por encima los datos de pobreza del Indec durante la presidencia de Mauricio Macri: en su última medición, aseguró que la pobreza llegaba a 40,8% . Esos números, luego desmentidos por el Indec , fueron dados a conocer horas antes de la única cadena nacional dada por el ex presidente, el 6 de diciembre de 2019.

Cambios en la sociedad producto de la pandemia

El impacto del coronavirus y el aislamiento obligatorio, provocó muchos cambios sociales y económicos en relación a los ingresos. " Hay una capa de clase media baja , obreros o empleados de servios, pequeños comerciantes, autónomos que dependían fundamentalmente de su trabajo y que cayó abruptamente su situación económica teniendo efectos sobre el consumo básico y alimentario. Cayeron sus ingresos o perdieron sus empleos y el nivel de contención sobre ellos es muy débil : tenían ingresos de 30 a 40 mil pesos que en el mejor de los escenarios lo cubre un IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) de 10 mil pesos", explicó.

"Otros segmentos de la clase media y profesional lograron mantener sus ingresos sin incrementarlos pero como redujo los gastos en bienes suntuarios hace que tengan capacidad de ahorro", manifestó Salvia.

Y por último, dio el ejemplo de los sectores de más bajos ingresos. "Una parte de los pobres o muy pobres tuvo un flujo positivo ya que tuvo más ingreso y menos gastos que antes . Tuvo mejoras y redujo su inseguridad alimentaria", concluyó.