Los obispos, rumbo a un enfrentamiento en el sínodo

Dos corrientes rivalizan por la apertura a los divorciados y a los homosexuales

CIUDAD DEL VATICANO (ANSA).- Dos corrientes irreductibles se encaminan a un gran enfrentamiento en el sínodo de octubre en el Vaticano sobre la pastoral familiar. Por ahora nada parece poder evitarlo, según las primeras respuestas llegadas de los episcopados del mundo a una consulta vaticana.

La Secretaría de Estado está evaluando el material que llegó de las conferencias episcopales, con lo que se va a elaborar un documento de base para la próxima asamblea, la decisiva en el dossier familiar.

Lo que emerge de esas respuestas es la existencia de dos amplios frentes que rivalizan sobre las posibles innovaciones, sobre todo en las dos más debatidas: la comunión de los divorciados vueltos a casar y la apertura hacia los homosexuales.

Los episcopados más críticos a toda apertura e innovación, sobre todo la que toca al matrimonio, son el estadounidense, varios africanos y varios de Europa del Este.

La preocupación de los africanos, que obispos de Mali, Congo Gabón, Namibia y Lesotho manifestaron en persona a Francisco, tiene que ver más que nada con tener que confrontarse diariamente con el problema de la poligamia, tan difundida en el continente. La posibilidad de admitir la comunión para quien se vuelve a casar es vista como un peligroso paso en grado de incentivar la práctica poligámica.

Los europeos del Este se expresaron de manera muy dura hacia las ventiladas innovaciones y no faltaron obispos que adelantaron el temor de ver cambios hacia prácticas en uso en la cercana Iglesia Ortodoxa, que admite las segundas uniones, temiendo una fuga de fieles hacia ese credo.

En el extremo opuesto se muestran los episcopados del norte de Europa, con Alemania y Suiza a la cabeza, que en el tema de aceptar a los vueltos a casar y a los gays ya no esconden su distancia de Roma, tanto que anunciaron que seguirán adelante por su camino, más allá de las decisiones del sínodo.

El Papa sigue de cerca estas posiciones. Sobre la cuestión de los divorciados casados nuevamente, está a la búsqueda de una solución que salve la apertura que él mismo alentó en el signo de la "misericordia", pero sin ceder en la doctrina.

Según fuentes informadas, se apunta a lograr que del sínodo surja un pronunciamiento fuerte que reitere sin equívocos la indisolubilidad del matrimonio. Pero, al mismo tiempo, la intención del Papa sería consentir, en determinados casos y en el marco de un recorrido de penitencia y de reconciliación, la readmisión a los sacramentos.

Justamente esos sacramentos que Bergoglio, en declaraciones públicas y reservadas, repite que no deben ser negados..

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