Con la misa del Miércoles Santo, dio comienzo ayer el tiempo de Cuaresma de la Iglesia Católica, que marca los 40 días de preparación para vivir la Pascua de Resurección. Con este motivo, el obispo diocesano, monseñor Vicente Bokalic, y su auxiliar, monseñor Ariel Torrado Mosconi, hicieron público el mensaje titulado "Cuaresma, formación del corazón".

Precisamente sobre este texto (Ver pág. 20) giró la homilía que pronunció Torrado Mosconi en la misa que se celebró ayer en la Catedral Basílica y en la que se cumplió con la ceremonia de imposición de cenizas.

"Estamos iniciando un tiempo importante en la vida de la Iglesia, de las comunidades y de cada bautizado. En los diversos ámbitos de nuestras vidas, siempre existen motivos para celebrar. Celebrar o hacer fiesta es un acto impregnado de vida y que genera vida", comienza el documento. Luego de repasar pasajes del mensaje cuaresmal del papa Francisco, los pastores santiagueños recuerdan que "una de las prácticas cuaresmales es la limosna y nos refiere a la caridad. Esta caridad se expresa y vive de múltiples formas: de servicio, de compromiso con los hermanos más débiles y pobres. Con aquellos que sufren injusticias, atropello a su dignidad, violencias, miseria y pobreza".