El sábado por por la tarde, bajo el lema "Que la droga no nos robe la esperanza", la Diócesis de Quilmes celebró la XIX Misa de la Esperanza en el Cruce Varela.
Presidida por el Obispo monseñor Carlos José Tissera, se escucharon diferentes testimonios de jóvenes que dejaron las drogas y hoy se encuentran recuperados y reinsertos en la sociedad, dejando a todos un mismo mensaje: el difícil camino de superar una adicción es posible con esfuerzo, fuerza de voluntad y mucha fe.
Jorge Fernández, joven recuperado que tuvo la oportunidad de visitar al Papa Francisco, pidió que la "sociedad no nos estigmatice". De esta forma, hizo referencia al apoyo permanente que necesitan de los diferentes actores de la comunidad para salir adelante.
Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue al hacerse entrega de un olivo, símbolo de paz. El ejemplar, fue enviado por el papa Francisco desde el Vaticano y será plantando en estas tierras.
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