Permanecerá cerrada hasta el 12 de diciembre a las 19.30. Ese día, al concluir la Marcha de la Esperanza, se abrirá nuevamente con lo cual se dará inicio el Jubileo de la Misericordia al que el papa Francisco convocó hasta noviembre de 2016.
En las escalinatas de la Iglesia Catedral, el obispo de Mar del Plata presentó ayer la "Puerta de la Misericordia".
Al hacer referencia a su significado, monseñor Antonio Marino explicó que "se trata de uno de los símbolos, de los gestos más llamativos de la inauguración del Año Santo de la Misericordia". Tras recordar que "Jesús se presenta en el Evangelio de San Juan como el Buen Pastor", dijo que "también lo hace, refiriéndose a sí mismo, como la puerta que el rebaño tiene que atravesar para encontrar vida en abundancia. El Señor nos la ofrece, al igual que el perdón de los pecados, pero es preciso tener un corazón purificado", expresó. Dijo luego que "misericordia es una palabra compuesta por dos: "miseria" del ser humano y "corazón" de Dios, que es grande y se inclina sobre aquella con la voluntad de remediarla. La misericordia de Dios nos compromete a nosotros, que experimentamos su bondad, a ser misericordiosos con los demás. Si Dios es misericordioso con nosotros, debemos convertirnos en representantes de su gran misericordia. Ese es nuestro compromiso para el año que se va a iniciar: al entrar por esta puerta tomamos conciencia de que Jesús ofrece su perdón, de que Dios está siempre inclinado favorablemente sobre las necesidades de los hombres", afirmó. Acerca del tiempo en que la puerta permanecerá cerrada -del 8 de septiembre al 12 de diciembre (día en que se realizará la tradicional Marcha de la Esperanza) monseñor Marino manifestó que "es un lapso que permitirá que los fieles tomen conciencia del significado que el Santo Padre ha querido darle este año al ofrecimiento universal que hace el Evangelio. Dios nos espera con su inmensa misericordia. Pero nos pide confianza, que tengamos fe y compromiso. El nos da la fuerza para cambiar". afirmó.
Cabe acotar que durante la presentación, el obispo estuvo acompañado por el vicario general de la Diócesis, Gabriel Mestre, y por miembros de la comisión diocesana del Año de la Misericordia.
Nulidad del matrimonio y migración hacia Europa
Al ser consultado sobre los decretos papales dados a conocer en la víspera por El Vaticano que a partir del inicio del próximo año del Jubileo de la Misericordia establecen cambios que reforman el proceso de nulidad del matrimonio monseñor Marino sostuvo que "hay que aclarar que la Iglesia nunca anula un matrimonio. Lo que hace es declarar la nulidad si considera que el mismo, por distintas causas que establece el derecho canónico, nunca existió. La novedad está en facilitar el acceso a esa nulidad y en romper ciertos prejuicios o fantasmas en el sentido de que es un recurso exclusivo para los ricos. Por eso se establece la gratuidad de los procesos, se procura acortar los trámites y, en lugar de dos, se exige una sola sentencia del tribunal".
En cuanto a la migración de personas desde Medio Oriente a diversos países de Europa, el obispo afirmó que "es un problema de inmensas consecuencias pero a su vez un desafío a la creatividad; se trata de una cuestión de vida o muerte acerca de la cual la Iglesia es interpelada para generar creatividad y buena voluntad que permitan dar una respuesta inmediata; teniendo en cuenta que muchos de los que emigran afirman que no quieren dejar sus tierras sería importante poder hacer algo para que cese la guerra", afirmó.-
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