El obispo fue enfático en señalar que esta situación hace que se resienta la función del defensor público en esta parte del país, con lo que se perjudica a los más humildes que claman por la tan mentada justicia pronta y barata.

La presencia de la defensa pública fue instalada en este departamento en el año 2015, dijo el religioso, para lo cual fueron designados cuatro defensores.

Sin embargo desde entonces solo un defensor trabaja en esta enorme zona: el abogado Marcos Castro.

El obispo dijo que los demás defensores están trabajando en otras regiones.

Señaló que el abogado Mario Daiud está en Caacupé; la abogada Dolly Villasanti en Concepción y el letrado Amado Alvarenga en Horqueta.

A esta parte del país llegó la información de que la semana pasada juró como defensora pública del Alto Paraguay la abogada María Arias, lo cual fue celebrado por el obispo.

Empero, la comunidad espera que no se repita de nuevo una fuga y que la abogada cumpla efectivamente sus funciones en el Alto Chaco.

“Es cierto que este departamento tiene poca población, pero su gran extensión bien diferente a otras regiones del país hace que sea imposible que una sola persona se ocupe de brindar asistencia a todas las personas”, refirió Escobar.

Añadió; “En la zona existe mucha gente humilde en especial aquellos que trabajan en los establecimientos ganaderos como peones y que varias veces son explotados por sus patrones y no reciben el salario que se merecen por ley”.

“Estas personas al no tener la asistencia legal recurren al obispo, ya que no pueden pagar para contratar a un abogado particular, y lo que yo les puedo dar es solo seguridad espiritual”, puntualizó.

Un nuevo fiscal

Por último Escobar pidió también al fiscal general, Javier Díaz Verón, que designe a otro fiscal para la zona, atendiendo que la única fiscala que trabaja en el departamento tampoco puede cubrir las necesidades de este departamento.