El perfil religioso de los habitantes del mundo está cambiando. Mientras unas religiones están en auge, otras vienen en declive por factores asociados a los cambios culturales y sociales, las tasas de fertilidad, la incidencia de la población joven, las migraciones y la capacidad de seducir a nuevos creyentes.

Un estudio del Pew Forum Research Center, un centro de pensamiento con sede en Washington, da cuenta de esta realidad en torno a la fe: se calcula que hacia el 2050, cristianos y musulmanes liderarán las confesiones religiosas casi por igual, con 2.900 millones y 2.700 millones de fieles respectivamente.

Antonio Acevedo, sociólogo y escritor, considera que es una tendencia religiosa que no es de extrañar porque son las dos grandes confesiones religiosas monoteístas, aunque resalta el fortalecimiento de grupos que tienen una interpretación distinta al cristianismo, y no siguen las directrices del Vaticano.

No obstante, se advierte que los cristianos, en las próximas cuatro décadas sufrirán un significativo retroceso, con 60 millones de fieles menos, ya que cambiarán de religión o pasarán a ser ateos. Los expertos lo atribuyen a que la Iglesia Católica, anclada en el tiempo, se resiste a aprender a vivir en una sociedad plural y global.

América Latina continúa siendo la región que más permanece fiel al cristianismo, con una escasa secularización, es decir sin doctrina religiosa.

El hecho de que la Iglesia Católica ahora cuente con un papa latinoamericano por primera vez en su historia podría explicar en parte esta situación.

Otro dato llamativo: los ateos, agnósticos y el resto de personas sin afiliación religiosa aumentarán en países como Estados Unidos y Francia.