“Nuestro grupo está feliz en la UCR, y dispuesto a dar pelea”

“Nuestro grupo está feliz en la UCR, y dispuesto a dar pelea”

Contemplativo, el ‘Flaco’ Gustavo García no "cepilló’ áspero a nadie: sobre los radicales que amagan con irse a trinchera peronista (Erreca, capaz Criado, al FR; una fotografía que dio la vuelta al Face alimentó especulaciones ) y de los que se marcharon raudos hacia guarida filo peronista (Morán, Simón, al PRO), prefiere no abrir juicio, dado que en su momento él y su grupo también migraron, aunque (pequeña diferencia, o no tanto) hacia el refugio filo radical fundado por la destructora Elisa Carrió; sobre el gobierno municipal, marcó que aprueba el ‘trazo grueso’ de la gestión ‘Bali’ y tiene algunas diferencias (filosóficas, dijo) con el ‘fino’, y sobre la sucesión de Cristina, aseveró que sólo advierte diferencias “de matices” entre los tres máximos presidenciables hoy: Massa, Scioli y Macri. Como núcleo de su apuesta en un 2015 en el que no descarta precandidatearse a intendente por la UCR, a la que regresó tras varios años, el ex concejal marcó que debe gestarse una unidad opositora basada en ideas y programas y no en conveniencias electorales, a fin de constituir para la población una alternativa superadora “en calidad” de lo realizado por el oficialismo kirchnerista.

Tras una mesa repleta de papeles en la planta alta de la vivienda de calle Quintana, reciclada hace unos pocos meses en el estudio jurídico que comparte con su socio Hugo González Daguerre, el ‘Flaco’ García ‘atajaba’ como podía la gran cantidad de personas que requerían sus servicios, a mediados de la semana que pasó. Vestía, a pesar de un calor capaz de derretir hasta la voluntad de un Mascherano, un traje negro con la corbata floja, muy en la onda CQC; en estos días podría ser el ‘Negro’ García Catalán, luego de unas jornadas de descanso en la gesellina costa atlántica junto a su familia, donde entre otros placeres disfrutó del histórico 5-0 que Boca le propinó al River de Gallardo, ya no más, si es que alguna vez lo fue, el Bayern Muñe. En la otra oficina, su socio platicaba con un sonriente Juan Carlos Morán, que apareció con unos anteojos ‘de ver’ muy en la línea de los del indomable Juan Carlos Onetti y sed de mates.

Comienza un año que tal vez para vos sea diferente: volviste al radicalismo.

-Tiene todo el encanto de estar de vuelta en el lugar donde me formé políticamente, aprendí a hacer política y conocí lo que significa la defensa de las instituciones y la importancia de la democracia. Empecé a militar cuando iba a la secundaria, casi de manera medio clandestina porque en aquella época estaba el proceso. En el radicalismo aprendí todo lo que, bien o mal, apliqué luego en la función pública. Me tocó ser consejero escolar y a la hora de tomar decisiones siempre recurrí a lo que decía Alem: cuando se duda, hay que hacer lo que corresponde. Y lo que corresponde, yo aprendí que en política era lo que había mamado en el radicalismo. Y hoy estar en ese ámbito me genera todo eso. Con las dificultades de los armados, que hoy las ingenierías electorales son complicadísimas.

Volvés cuando varios se fueron o coquetean con la posibilidad de irse. ¿Qué pensás?

-Yo no tengo autoridad para decir si está bien o mal, porque en su momento nosotros no compartimos lo de Lavagna y entendimos que la opción era Carrió, y después nos tocaba optar entre De Narváez y Morán y optamos por Morán. Hoy todo el grupo nuestro de militancia está feliz de estar en la UCR, y dispuesto a dar pelea. Intentaremos competir a nivel local, después veremos, porque a lo que pase en la Convención Nacional (del partido) en marzo no tendremos acceso, si bien podremos opinar sobre lo que irá a votar quien concurrirá de acá, Amado (Alberto), intentar incidir en su sufragio en relación a si nos gusta más UNEN que Macri o Massa.

Justamente: el punto ahora es que algunos se han ido o coquetean con irse a trinchera peronista o filo peronista, no filo radical.

-Sí, hoy está todo muy confuso. Hasta te diría, en un terreno en el que no soy un erudito, que a nivel nacional, a los tres candidatos fuertes más allá de UNEN, Massa, Macri y Scioli, uno no les encuentra grandes diferencias ideológicas, sino sólo de matices. En cambio en lo local, a mí me gustaría que desde el partido, y con todo lo que significa estar de nuevo en la UCR, se pueda generar una alternativa potente que a la gente le parezca mejor que lo que hay hoy.

Uno que nunca se fue, pero que ahora volvió a la militancia activa, e incluso está en carrera como precandidato a intendente, es Adalberto Sardiña.

-Adalberto nunca se fue del partido, pero ahora se ha lanzado a la competencia electoral, y está muy bien. Eso es lo que te permiten las PASO. Antiguamente en las mesas de negociaciones donde se armaban las listas -y casi te diría que era simpático-, todos decían que tenían votos. Vos sumabas todo y decías ‘es raro, estamos arriba de los cien mil votos, y en Bolívar votan veinte mil’. Nosotros en 2013 competimos en las PASO, nos fue mal, pero en esa instancia es donde se define el armado hacia octubre. Lo que estaría bueno es que la ideología primara, y yo creo que hoy está diluida, que se arma por otras cosas.

Si será precandidato a intendente en las PASO no le preguntamos, pero ya lo respondió antes en estas mismas páginas: hará lo que su grupo le pida, está a disposición.

Chino Castro

 

“La próxima gestión debe superar a la actual en calidad”

¿Qué tendría que ofrecerle al electorado una opción al buquismo?

-Lo que quiere la gente dicen algunos, pero qué se yo qué quiere la gente, el concepto es medio una entelequia, unos quieren una cosa, otros otra. Yo creo que uno tiene que defender aquello de lo que está convencido. Nosotros cuando fuimos concejales, en una serie de proyectos que presentamos, dejamos planteado cuáles son las propuestas que para nosotros deben primar. Podés hablar de traer diez fábricas y traer mil viviendas, y eso provoca un gran impacto en la gente. Ahora, hay otras cuestiones, que tienen que ver con la filosofía de lo que uno cree que es hacer política, relacionado con transformarle la realidad a la gente. Y para nosotros, en ese sentido es fundamental la transparencia y la participación del ciudadano. Por eso insistimos tanto con la ordenanza de ética, el libre acceso a la información, la banca abierta, que el Concejo salga a los pueblos y a los barrios. Lo de los Concejos Deliberantes Juveniles fue aprobado por unanimidad.

Y hay algo fundamental: el Plan Estratégico. Nosotros entendemos que planificar implica discutir todos los temas de una sociedad, todos los actores de esa sociedad. Planificar los próximos treinta años de Bolívar. Quién va a discutir la capacidad de gestión del actual intendente, algo que no creo que se revierta. Su impronta de laburar, laburar y laburar, gestionar, gestionar y gestionar. Clavó la vara muy alto, el que venga tendrá que bancar ese ritmo.  Ahora bien: en lo que atañe a la calidad de vida de la gente, a transformarle la realidad al que sufre, creo que hay cosas pendientes.

Justamente: ¿qué evaluación hacés de la gestión municipal, cuando ha ingresado en el último año de su primer período?

-En general, creo que le dio esta impronta de trabajo y gestión, y de conseguir toda una cantidad de obras que nunca se habían conseguido, que son de altísimo impacto y que traen seguramente beneficios para los vecinos. Después podés discutir si el Centro Cívico sí o no, si una obra de gas allá o mejor por acá. Pero creo que discutir eso es entrar en un terreno que hay que superarlo, hay que ir por encima: la próxima gestión tiene que ser mejor que ésta en calidad y en participación de los vecinos en todo lo que sucede, y en buscar consensos desde el diálogo. Yo veo que en el Concejo no se está dialogando, y hay que hacerlo, porque si no, el que gana toma todas las decisiones sin hablar, y eso es medio marcial (ver aparte).

 

“Aunque ‘cacarees’ en el Recinto, en comisiones hay que dialogar”

Se ha señalado -incluso desde adentro del buquismo, en voz bajita- que quizá la mayoría de los funcionarios de ‘Bali’ no responde los pedidos de informe, con lo que emula aquella nefasta práctica del elenco gobernante simonista. ¿Cómo lo ves, habida cuenta de tu experiencia como concejal opositor?

-Lo que pasa es que generalmente, a los Ejecutivos no les gusta responder. ¿Te acordás de Fujimori, que disolvió el Parlamento? Porque en un Concejo están representados todos, los que ganaron y los que perdieron. Pero es obligatorio que den la información. La información pública es eso, pública, es una carga que tenés la de dar información. Es más: hoy Bolívar tiene una norma que nos llena de orgullo, lo ha dicho un juez: están obligados a dar información, y si no, tendrán sanciones, porque es un derecho conocer esa información pública.

Pero más allá de la información, está lo otro: el diálogo que debe haber entre los concejales. Si vos como concejal, del partido que seas, pensás en el bienestar general, común, en mejorarle la calidad de vida a la gente, a la hora de resolver algo, debe salir por consenso. Y si no hay diálogo, es imposible.  Te pongo un ejemplo: más allá de si era bueno o no expropiar el Peladero López, se llegó al Concejo sin diálogo. Se contaron los porotos, y en ese caso quedó rechazado. Se manejó mal el tema. Sin diálogo, no sirve. No hubo diálogo en las comisiones. Por más que vos en el Recinto ‘cacarees’, en las comisiones se trabaja, y habría que dialogar. 

Desde el buquismo se ha asegurado que el Concejo perdió mucho cuando se fue Ricardo Criado, que con Erreca es cuasi imposible dialogar porque luce muy enconado con el kirchnerismo y con el buquismo en particular, ya que aún no habría terminado de procesar su derrota de 2011.

-Puede ser… Hablaría sin saber yo, porque no conozco la cocina de esto, si bien hablo con todos. De un lado te dicen que la culpa la tiene la profunda bronca de Erreca, y del otro, Pisano y Bucca (José), que son durísimos. Pero más allá de que se haya ido Ricardo (Criado), ahí están Ibáñez, Soraya, Siro Flores, Carretero, Patti. Con todos ellos tuvimos diálogo cuando fuimos concejales, y hemos resuelto cuestiones resignando a veces lo que uno creía. Con Laura (Hernández) éramos dos concejales, y para sacar nuestras ordenanzas, imaginate, metían mano todos, porque nosotros no teníamos los números para ir ‘de prepo’. Yo creo que acá el Frente Renovador tiene la posibilidad de convertir en mayoría a uno de los otros dos bloques, entonces por ahí le cabe una responsabilidad a la hora de generar el diálogo. Porque para hacerles bien a los demás, tiene que haber diálogo, a las cachetadas nunca lograrán nada.

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