Nervios, una victoria anticipada y un festejo que se hizo esperar: así se vivió el triunfo de Montenegro

Nervios, una victoria anticipada y un festejo que se hizo esperar: así se vivió el triunfo de Montenegro

Las derrotas de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal condicionaron fuertemente el festejo en el búnker del ganador de la interna de Juntos por el Cambio.

¿Tienen algún dato? Antes de cualquier saludo, esa era la pregunta de bienvenida que parecía haberse consensuado en el búnker de Guillermo Montenegro en los primeros minutos que sucedían al cierre de las elecciones primarias. La pregunta, claro está, no podía leerse solo como una pregunta: era un mensaje que transmitía de manera clara los nervios que atravesaban al entorno del candidato a intendente por el desenlace que tendría el vértigo del domingo. 

Sin datos a la vista, y sin contar tampoco con las figuras más representativas y visibles del equipo de la campaña, todo el protagonismo en el refugio de Juntos por el Cambio se lo llevaban los cuatro televisores con la transmisión de los principales medios del país y, ante todo, el variado catering del Gran Hotel Dorá. No faltó nada: masitas, medialunas dulces, pepas de dulce de leche y membrillo, agua, café, jugo de naranja, y hasta galletas de arroz para celíacos. 

 

Pero con la llegada de las primeras informaciones que filtraban los fiscales de las escuelas, se descontracturaba la fría expectativa de los rostros y ya se dibujaban algunas sonrisas. Así, en poco tiempo, quizás hasta en minutos, los nervios y la cautela del comienzo de la tarde cedieron naturalmente al optimismo y la confianza propia de un festejo que ya no parecía tan lejano en el horizonte.

Es que en el entorno de Montenegro eran muy conscientes de la difícil Paso que les tocaba jugar en la elección. La historia que supo construir Vilma Baragiola como dirigente en Mar del Plata desde hace años y su consecuente peso territorial la convertían en una barrera a superar más que importante. Pero nada estaba dicho. "Los nervios están pero la confianza por la gran campaña que se hicimos también", repetían algunos en el búnker para calmar los ánimos. 

Y la evidencia final demostró que esa confianza interior no traicionó al ex Ministro de Seguridad y Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Los celulares vibraban cada vez más con los resultados de más mesas de votación y en la mayor parte de los casos se leía la misma conclusión: gana Montenegro.

En el búnker, la tendencia dejó de ser tendencia cerca de las 20, con muchísima antelación a la aparición de los resultados finales oficiales de las Paso. Para esa hora, ya era una certeza que no se confirmaba con palabras pero sí con distintas miradas y gestos el triunfo que se imponía ante Baragiola.  

Por eso no resultó ninguna casualidad que las 20.15 se materializara la primera declaración ante los micrófonos de la prensa: en conferencia, el jefe de campaña, Alejandro Rabinovich, fue el encargado de asegurar que Montenegro hizo una "gran elección" aunque sin perder la cautela y confirmar ninguna victoria. 

Sin embargo, mientras se sostenía como una constante la ausencia de datos oficiales, el búnker del ex juez se llenaba cada vez más, con la aparición del resto de los integrantes de su lista, y de otros legisladores, concejales, y funcionarios del Gobierno municipal y provincial afines al núcleo duro del PRO. Con la llegada de las caras nuevas, la exitosa performance electoral de Montenegro se dejaba entrever de nuevo entre abrazos fuertes y grandes sonrisas. 

 

Pese al buen ánimo que se respiraba en el búnker, la noche se hizo larga en la espera por el arribo al Dorá de la principal figura que tenía la elección de Juntos por el Cambio en Mar del Plata. Por supuesto que había que esperar las conclusiones del recuento del escrutinio, que sufrió una demora mucho más importante de lo que se había anunciado, pero el candidato también debía aguardar por la palabra de los referentes del oficialismo en la Provincia y la Nación, teniendo en cuenta el detalle no menor de la derrota en las urnas frente al kirchnerismo. 

Pasadas las 22, Mauricio Macri hacía su primera aparición en escena y reconocía al país la "mala elección" de Juntos por el Cambio; recién en ese instante, se percibió el primer síntoma que anticipaba como una posibilidad más tangible el cierre de jornada en el búnker del hombre que aspira a conducir los destinos de "La Feliz".

 

"Más allá de lo que pasó, nosotros queremos festejar por la elección que tuvimos acá. Por lo menos, algo íntimo queremos hacer", sostenían algunos dirigentes bien cercanos a Montenegro en el salón del hotel, ya transitando la recta final de este domingo. 

Finalmente, a las 23.27, el coro de los aplausos en el primer piso del hotel de Buenos Aires al 1800 anunció el demorado desembarco del ganador de la interna de Juntos por el Cambio. Junto a su esposa y sus hijos, hizo su ingreso al búnker, donde no evitó abrazarse con cada uno de los militantes que le transmitió su felicitación por el resultado electoral.

Montenegro, sin embargo, nunca mostró un rostro de plena alegría. Quizás estuvo condicionado por el cansancio de una jornada particularmente intensa pero estaba claro que la contundente derrota del oficialismo en el resto del país era una carga más que pesada para las espaldas del candidato. "No podemos decir que estamos contentos", fue de hecho lo que confesó, ni bien hizo su primera intervención.

Y las sensaciones que se vivían en el refugio de campaña parecieron contaminarse del mismo tono de Montenegro: después de las palabras finales, hubo una celebración tímida y muchos que portaban los tradicionales globos de la coalición gobernante optaron por conservarlos con fuerza en sus manos.

La actividad, sin embargo, culminó pasada la medianoche. Sin demasiadas definiciones, el flamante candidato a Intendente brindó una conferencia de prensa en la que insistió en la unidad de trabajo que sostiene con Baragiola y tampoco dudó de la posibilidad de "revertir" los resultados negativos que consiguieron Mauricio Macri y María Eugenia Vidal en estas Paso. 

Comentá la nota