Negociación. El Gobierno presiona para que las provincias paguen la luz

Negociación. El Gobierno presiona para que las provincias paguen la luz

Tienen una deuda con el Estado de $23.000 millones, que el Gobierno quiere cobrar para Cammesa

Quién paga la luz? Al inicio del proceso lo hace Cammesa, la empresa con control estatal que ordena el despacho de energía a las generadoras de electricidad sobre la base de la demanda que tiene el país. Luego, esta pasa la factura a las empresas distribuidoras-Edenor y Edesur, por ejemplo-, que a su vez lo incluyen en las boletas de luz que reciben los usuarios. Las distribuidoras recaudan el dinero, lo transfieren a Cammesa y se les paga a las generadoras. Parece un proceso simple, salvo cuando las empresas distribuidoras no le pagan a Cammesa y se genera una deuda que el Estado debe absorber.

Ese pasivo ya trepa a $23.000 millones y está concentrado en la deuda que mantienen las distribuidoras de siete provincias: Corrientes, Chubut, Misiones, Río Negro, San Juan, Neuquén y algunas cooperativas de Buenos Aires. En algunos casos, el conflicto deja de ser comercial, ya que son los gobiernos provinciales los que no autorizan los aumentos de tarifas, que las distribuidoras necesitan para cubrir sus costos.

El caso más resonante es el de Río Negro, que debe $3000 millones y donde Cammesa contrató a la consultora Tecnolatina Ingeniería para realizar un estudio de revisión del cálculo del valor agregado de distribución (VAD), que es con lo que la distribuidora debe enfrentar los costos de salarios, materiales, comercialización e inversiones, entre otros. Las conclusiones del informe señalan que los ingresos autorizados por el gobierno provincial y percibidos por la distribuidora Edersa son muy inferiores a los que deberían ser. Por lo tanto, la empresa cubre esos costos con la recaudación y deja de pagarle a Cammesa, que ya amenazó con bajarle la tensión de energía a la provincia.

"Hay casos históricos donde los gobernadores asfixiaron a las empresas, ya que ellos son los que autorizan los aumentos. Las utilizan como instrumento político, porque al no subir las tarifas los ciudadanos tienen más plata", dice un directivo, que explica que luego hay que pagar esa deuda con lo que se recauda de impuestos de todos los argentinos.

Otros instrumentos que tiene Cammesa para presionar por el pago de la energía incluyen el embargo de cuentas, como hizo con las cooperativas de Chubut, que en total deben $3800 millones. La más relevante es la de Comodoro Rivadavia, pero también las de Trelew y Rawson deben entre 11 y 12 meses de pago. Cammesa había amenazado también con bajarle la potencia de la energía, pero hubo un pedido especial del ministro del Interior, Rogelio Frigerio , de no hacerlo, ya que el gobernador se comprometió a sacar una ley para endeudarse con el fondo fiduciario para pagar la deuda de las cooperativas. El fondo tiene como garantía el dinero que reciben las provincias por coparticipación.

La intervención de Frigerio en estos asuntos sucede cuando las instancias de negociación de la distribuidora se agotan con Cammesa y con la Secretaría de Energía, de la cual depende la empresa.

A veces también interviene el jefe de Gabinete, Marcos Peña , como sucedió en la negociación con la distribuidora de Chaco, que debía $6200 millones. "Nadie sabe dónde está ese dinero. Cuando la Legislatura provincial sacó una ley para hacer una auditoría externa de la distribuidora, el gobernador Domingo Peppo la vetó", indicaron en el Gobierno. La provincia finalmente pagó $4200 millones con deuda del fondo fiduciario, y están por transferir otros $800 millones cuando reciban la liquidación de un bono que tienen de la Nación.

En los casos de Misiones y de Corrientes, donde las empresas deben $4000 y $5000 millones, respectivamente, el Gobierno está negociando que la deuda se pague con las regalías hídricas que reciben esas provincias por el uso del agua en Yacyretá.

Mientras tanto, Cammesa les debe a las generadoras de energía $15.000 millones. "Si cobramos todo lo que nos deben, pagamos nuestras deudas y nos queda caja", dicen en la empresa.

Otras perjudicadas por esta situación son las pymes que quieren entrar en los programas Renovar, ya que se les prohibió venderles energía a las distribuidoras que le adeudan a Cammesa. Este es un instrumento más de presión que cada vez incomoda a más actores.

 

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