Este 17 de mayo, Día Mundial del Reciclaje, tiene una urgencia crucial: nos presenta la oportunidad de concientizar y recordar la estrategia de reducir, reutilizar y reciclar, que busca reorientar el comportamiento de los ciudadanos hacia uno mucho más responsable con el entorno. Para ello, cada persona debería hacerse cargo de los desechos que genera a nivel personal, colectivo y empresarial.

Según datos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en promedio cada argentino produce 1.15 kilogramos de residuos sólidos al día, lo que al mes significa más de 34 kg de basura sólida, y al año, casi 408 kg. Si multiplicamos esta cantidad por el total de población de Argentina, esta cifra aumenta exponencialmente. Y esto sin contar todos los desechos que generan las industrias y servicios.

En este contexto, las empresas dedicadas a la recolección de residuos son fundamentales para el reciclaje de desechos domiciliarios e incluso empresariales. Sin embargo, para que estas compañías garanticen la sostenibilidad de sus operaciones de cara a la exigencia medioambiental de sus clientes, deben garantizar su eficiencia a lo largo de todo el proceso de recolección de residuos y traslado a los centros de acopio. No basta con la acción sostenible en sí, que es el reciclaje.

Para ello, es vital que escojan los mejores trayectos, optimicen sus rutas y conozcan el volumen de la demanda de sus clientes. Realizar la planificación y elaboración de rutas es un proceso desafiante que exige tiempo y suele ser complejo, especialmente cuando existen muchos puntos de recogida en la misma ruta, teniendo cada uno un volumen de recolección distinto.

“En los casos en que esta gestión es realizada manualmente se vuelve prácticamente imposible tener el control total de la operación y, por ende, obtener resultados satisfactorios para la empresa”, señala Álvaro Echeverría, CEO y fundador de SimpliRoute, empresa dedicada a la optimización de rutas logísticas.

Para solucionar esta problemática, el uso de recursos tecnológicos y de herramientas innovadoras es fundamental, ya que asegura eficiencia y a la vez ofrece trazabilidad desde el inicio hasta el fin del proceso. De hecho, SimpliRoute ha demostrado que es posible disminuir hasta en un 34% la cantidad de emisiones de CO2 que la operación de una flota vehicular libera al medioambiente en su proceso logístico.

Algoritmos + Machine Learning = Eficiencia

¿Cómo lo logra? A través de la planificación y gestión eficiente de las rutas logísticas de las empresas mediante sus poderosos algoritmos, potenciados con Inteligencia Artificial y Machine Learning. Con esto, las flotas vehiculares optimizan sus recursos (no recorren kilómetros extras en el proceso, lo que se traduce en un ahorro de combustible) y tiempo (ya que ahorran tiempo en la planificación y además pasan menos tiempo en ruta).

Además, la herramienta mantiene toda la trazabilidad de los residuos, desde el momento de la recolección hasta su llegada a destino, estableciendo una comunicación entre el ruteador y la persona encargada de hacer el seguimiento desde la empresa. Así, gracias a este puente informativo, es posible saber en tiempo real la cantidad de kilogramos recolectados y levantar alertas cuando hay exceso de desechos, con posibilidad de incluir fotografías y coordenadas de la ubicación.

En conclusión, la plataforma de inteligencia artificial hace un seguimiento en línea de los ruteadores. “De esta manera será posible reducir el tiempo de desplazamiento entre los clientes, y se dará una reducción de costos al mejorar la logística utilizando trayectos más adecuados”, puntualiza Álvaro Echeverría.