Pobreza y narcotráfico. Zonas muy calientes por la inseguridad, barrios con alta deserción escolar y sectores muy carenciados. Los efectos de la desocupación. Las devastadoras consecuencias del modelo, golpean a Mar del Plata.
La misión pastoral del obispo Antonio Marino, lo acerca a esta realidad de manera directa, en los barrios que sufren esos flagelos, que además de cambios drásticos de política, necesitan la voz de la fe y de la esperanza.
“Difícilmente se pueda objetar que hay un índice de desocupación bastante alto en Mar del Plata. Hay un cordón de indigencia y pobreza importante. Cuando más pasamos la continuación de la ruta 226, hay barrios muy carenciados ya que recorro las parroquias de la periferia. Lo que tratamos de hacer es una aproximación pastoral que otorga un aporte social” expresó monseñor Marino, en una muy breve entrevista con mdphoy.com , en la previa del acto central de la Semana Social de la Iglesia que se celebró en nuestra ciudad. Daniel Scioli y Antonio Caló, fueron los representantes del oficialismo gubernamental y sindical, en esta última edición que sufrió notables ausencias, ya que la realidad supera con creces el relato oficial.
En lo que respecta al impacto del narcotráfico, en los sectores más humildes de la ciudad el obispo Marino señaló que “los temas que constantemente afloran en las charlas personales con la gente, inclusive sin inducirlos, en una Parroquia he visitado 29 hogares, con un promedio media hora en cada casa y el tema que sacan es inseguridad vinculada con chicos que están en la droga, diríamos que son dos aspectos que van vinculados y también en cuanto a la escolaridad porque hay bastante deserción”.
En ese sentido, también hizo referencia a los enfrentamientos entre grupos antagónicos en barrios periféricos: Cerrito, Libertad, Hipódromo, Regional, General Pueyrredon, Las Heras…, “son zonas muy calientes y allí vive mucha gente con ganas de salir adelante, que quieren vivir con dignidad y llega a esto con un esfuerzo enorme. Pero está indicando que hay una mayoría que quiere vivir bien, pero esta en una geografía muy complicada. Por eso la iglesia lo que quiere es humanizar esos espacios, tratando de realizar acciones solidarias”.
Consultado por la inspiración en el Papa Francisco, que la mayoría de los políticos utilizó/a como parte de su campaña, Marino sentenció que “…. la Iglesia tiene la misión de anunciar, de proponer, de ofrecer un espacio, no desesperamos”.
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