Mons. Mestre exhortó a jugarse por los valores del Evangelio

Mons. Mestre exhortó a jugarse por los valores del Evangelio

El obispo de Mar del Plata centró su reflexión semanal en tres puntos, representados por las palabras "Paráclito", "verdad" y "razón".

El obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, en sus consideraciones para el sexto domingo de Pascua, se centró en tres puntos, representados por las palabras “Paráclito”, “verdad” y “razón”.

Esperar otro Paráclito

Respecto de este punto, luego de precisar que nuestro primer Paráclito fue Jesús, el diocesano expresó: “La presencia del Señor Resucitado en la vida de sus discípulos se garantiza a través el Espíritu Santo, que es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad”.

A continuación, se refirió a la riqueza y profundidad del término Paráclito: “Además del que consuela, es el que alienta, defiende, acompaña, está al lado, auxilia, intercede, exhorta, advierte, guía…”.

Recibir el Espíritu de la Verdad

En este caso, monseñor Mestre se refirió a algunos de los sentidos de la palabra "verdad”: "Se puede entender moralmente como lo opuesto a la mentira y nos recuerda el octavo mandamiento de la ley de Dios”.

También lo relacionó el término con la asunción de la propia existencia: “Muchas personas se construyen una suerte de realidad paralela de la propia vida, quedándose en lo que imaginan en su mente, sea excesivamente negativo o positivo, pero sin anclaje en la propia realidad”.

“El Espíritu de la Verdad sale a nuestro encuentro, para que podamos asumir con serenidad la realidad de nuestra vida en sus aspectos más luminosos como también en los más sombríos”, completó.

Dar razón de nuestra esperanza en tiempos de crisis

En este tercer punto, el prelado marplatense aludió a la segunda lectura, tomada de la Primera Carta de san Pedro, en la que “invita a dar siempre razón de nuestra esperanza, es decir: somos de Cristo, a Él pertenecemos, Él es el sentido último de nuestra vida, a Él lo anunciamos y por los valores de su Evangelio nos jugamos”.

Por eso, monseñor Mestre afirmó: “El contenido de nuestra fe y la forma como la presentamos es fundamental en el servicio evangelizador”, para explicar que “dar razón de nuestra esperanza, en estos tiempos de crisis que estamos viviendo en la Patria y en el mundo, implica vivir y defender nuestra fe con suavidad, respeto, tranquilidad de conciencia, y siempre prefiriendo hacer el bien y no el mal”.

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