Mons. Lugones saludó a los catequistas y los animó a renovar la creatividad

Mons. Lugones saludó a los catequistas y los animó a renovar la creatividad

El obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, dirigió una carta a los catequistas, y reconoció su "invaluable tarea" en este "tiempo de desafíos".

 

Con motivo del Día del Catequista, que se celebra el 21 de agosto, el obispo de Lomas de Zamora envió una carta a quienes ejercen en la diócesis esa “invaluable tarea”.

El obispo se muestra agradecido “por la calidad humana y también la cantidad de catequistas que nos acompañan en la misión, en este mes de la catequesis en que nos solemos juntar para compartir y festejar la hermosa misión que el Señor nos regala”, y por ello, ante la imposibilidad de la catequesis presencial, este año quiso ofrecer “algunas reflexiones para los tiempos que corren y tal vez para los que debamos enfrentar en la pospandemia”.

El prelado valoró la tarea de los catequistas de los colegios y de las parroquias: “Los catequistas escolares han procurado que su tarea no sea solamente la de entregar contenidos doctrinales, sino que se ha constituido en momentos de fortalecimiento de la esperanza y de acompañamiento en la dificultad. Así también ocurrió con la catequesis parroquial, en la que los catequistas y sus párrocos tuvieron que hacer uso del ingenio e improvisar mecanismos para realizar la tarea catequística”, acompañando también a las familias “en las consecuencias que esta realidad de pandemia impone”.

Monseñor Lugones enumeró los tres pilares que recalcó en las visitas pastorales y en los encuentros catequísticos de los años anteriores: doctrina, recreación y misión. Y renovó el pedido para que “la tarea catequística no sea un acto escolar más”.

 

“Me parece oportuno en este momento ofrecer una reflexión sobre el modo de encarar nuestras catequesis sacramentales, en el que nos centrábamos tal vez en los temas de la etapa catequística, preocupados por dar todos los contenidos, en algunos casos con cuaderno, pizarrón y tarea, como en la escuela… y hasta con boletín para la firma de la asistencia a misa o las confesiones…Esto nos ha pasado, que nadie se rasgue las vestiduras… el antídoto es darle a la catequesis formato recreativo”, advirtió.

“Es tiempo de desafíos, tiempo de creatividad, de confirmación en la propia vocación de catequista y de envío, porque más que nunca nuestros niños, adolescentes y jóvenes necesitan del anuncio esperanzador que fortalece la fe en Jesús”, finalizó.+

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