Mons. Lozano pidió una palabra de aliento, gratitud y esperanza para los docentes

Mons. Lozano pidió una palabra de aliento, gratitud y esperanza para los docentes

El arzobispo coadjutor electo de San Juan de la Vera Cruz, monseñor Jorge Lozano, pidió una palabra de aliento, gratitud y esperanza para los docentes al celebrarse este domingo el Día del Maestro, en el marco del Año de la Misericordia.

El prelado invitó a “aprovechar esta oportunidad para revisar la misericordia en nuestro corazón docente y el desafío de vivirla en la tarea de todos los días, evitando etiquetar a los alumnos, soportando los defectos del compañero de trabajo, de las familias heridas” y exhortó a que el estilo personal de educar se parezca al de Jesús, es decir: “Mirar como Él mira, confiar como Él y ser creativos”.

El arzobispo coadjutor electo de San Juan de la Vera Cruz, monseñor Jorge Lozano, administrador apostólico de Gualeguaychú, pidió una palabra de aliento, gratitud y esperanza para los docentes al celebrarse este domingo el Día del Maestro, en el marco del Año de la Misericordia convocado por el papa Francisco. 

El prelado reveló que conversando con docentes recogió algunas ideas que, consideró, “pueden ayudarnos también a todos los que tenemos algunas responsabilidades sobre otras personas”, e invitó a “aprovechar esta oportunidad para revisar la misericordia en nuestro corazón docente y el desafío de vivirla en la tarea de todos los días, evitando etiquetar a los alumnos, soportando los defectos del compañero de trabajo, de las familias heridas”. 

Tras citar una frase en la que el pontífice advierte que el perdón es “un huésped raro en los ámbitos de la vida humana” y afirma que “el reclamo a la misericordia se hace más urgente” en todos los ámbitos, lamentó que muchas veces anide en el corazón “el rencor, la indiferencia, la pereza”. 

“Es bueno que nuestro estilo personal de educar se parezca al de Jesús. Tres aspectos nos pueden ayudar: mirar como Él mira, confiar como Él y ser creativos”, subrayó. 

“Educar, mirando como mira Jesús, confiando en las posibilidades del corazón del otro, y con creatividad. Jesús fue muy creativo. Rompió los moldes de su época. Dialoga con la samaritana, come con pecadores, hace milagros en sábado. Cuánta creatividad podemos también tener nosotros hoy. Siempre hay algo nuevo por hacer, un nuevo proyecto, una nueva estrategia, palabras personalizadas que resuenan en el otro. En la comunidad, el Espíritu Santo siempre es creativo, nos inspira y nos anima a comprometernos siempre más”, afirmó. 

Monseñor Lozano llamó a dejarse “conducir por este ‘maestro interior’ que con su presencia sana, renueva, transforma y nos acompaña siempre en la tarea de educar”. 

”En estos días me acordaba de una canción que decía ‘no existe una escuela que enseñe a vivir’ (Charly García). Y lo relacionaba con una frase de un Salmo en el cual pedimos a Dios ‘enséñanos a calcular nuestros años, para que nuestro corazón alcance la sabiduría’. No se trata de un cálculo acerca de la cantidad de los días ya transcurridos y de cuántos podrán venir. No es acerca de la duración, sino de la calidad de la vida. Hubo quienes vivieron poco tiempo, como Ceferino Namuncurá o Laura Vicuña, y quienes murieron con mayor edad, como Santa Teresa de Calcuta o nuestro Cura Brochero. Ellos vivieron con intensidad esa dimensión profunda de la existencia. Sí que existe una escuela que enseña a vivir, si buscamos alcanzar sabiduría”, concluyó.

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