Mons. Colombo: "La Cuaresma, tiempo para trabajar el propio interior, nuestras vidas"

Mons. Colombo:

El arzobispo mendocino recordó que es una invitación a la conversión, a "ponerse en sintonía con la propuesta de Jesús, a vivir según su proyecto de amor" y enfrentar las tentaciones e inseguridades.

El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, presidió la Eucaristía dominical desde la parroquia Nuestra Señora de Monserrat, en la localidad mendocina de Godoy Cruz, donde recordó que “el tiempo de Cuaresma es una invitación a la conversión, a ponerse en sintonía con la propuesta de Jesús, a vivir según su proyecto de amor”.

“Cuaresma se identifica con el tiempo de lucha porque, ciertamente, en la Cuaresma asumimos que muchas de las cosas que vivimos deben ser cambiadas, que muchas de nuestras actitudes, que muchos de nuestros gestos, que muchas de nuestras opciones, no son decididamente conforme al estilo de Jesús”, sostuvo en la homilía.

El arzobispo mendocino destacó que “Dios es nuestra alabanza porque escuchó el clamor de su pueblo, no es un Dios sordo al dolor de su gente, sino que la escucha y le sigue los pasos para sacarla adelante” y después reflexionó sobre la carta en la que San Pablo nos pide asumir la Palabra de Dios “como una brújula para nuestro andar; a veces de peregrinos errantes, a veces de hombres y mujeres bien inspirados”.

“La Palabra es esa brújula que nos orienta para llegar a la meta, la pascua de Cristo, que será nuestra pascua”, añadió.

Monseñor Colombo reflexionó después sobre el evangelio de las tentaciones, a fin de descubrir en ellas “no sólo aquellas cosas que están mal según la Ley, sino nuestras inseguridades que nos hacen optar por ellas”.

“Jesús enfrentó las tentaciones con un corazón decididamente lleno del amor del Padre, del espíritu del Padre; y nosotros somos mujeres y hombres del Espíritu, por eso atravesamos la Cuaresma con esa fuerza del amor de Dios que nos permita descubrir nuestros puntos débiles, nuestras inseguridades; aquellas cosas que nos hacen elegir mal lo que no nos hace bien al corazón, ni a nuestra vida”

“La Cuaresma, entonces, es un tiempo para trabajar el propio interior, para trabajar nuestras vidas y para optar por Cristo, nuestra pascua”, concluyó.+

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