Mons. Buenanueva: educación y empleo, claves para salir del pozo

Mons. Buenanueva: educación y empleo, claves para salir del pozo

El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Buenanueva, pidió a la dirigencia política que en este “electoral año 2017” no se distraiga de las cosas verdaderamente importantes para el futuro del país, como la lucha contra la pobreza, la generación de empleo digno y en particular la educación, a la que consideró la palestra donde el niño y el adolescente “aprende a vivir y a humanizarse”.

En una artículo de opinión para la agencia DyN con el título “El camino de Efraín”, el prelado advirtió que el conflicto en el Conicet, con el que finalizó “un duro 2016”, fue una muestra de “cómo estamos, pero también de hacia dónde podemos ir como sociedad”. 

“Me quedaron algunos interrogantes: ¿qué interés real tenemos los ciudadanos argentinos por la educación? ¿Qué valor le damos? ¿Vemos la conexión que la educación tiene con nuestra calidad de vida? ¿Percibimos lo que implica para la deuda social de pobreza y exclusión que pesa sobre todos los argentinos?”, planteó. 

Monseñor Buenanueva opinó que el 2016 “quedará en la memoria como el año en el que se nos hizo patente la cifra de nuestro fracaso como pueblo y sociedad: uno de cada tres argentinos vive en la pobreza. A este dato se le suman las cifras del desempleo, tanto las que ofrece el Observatorio de la UCA como el mismo Indec”. 

Tras afirmar que “parece existir un consenso bastante amplio de que una de las claves para salir del pozo es la cuestión del trabajo y el empleo”, citó palabras del papa Francisco para recordar: ““Una cosa es tener pan para comer en casa y otra es llevarlo a casa como fruto del trabajo. Y esto es lo que confiere dignidad. Cuando pedimos trabajo estamos pidiendo poder sentir dignidad”. 

“¿Qué hacer entonces para que un chico argentino sienta que en el trabajo perseverante y bien hecho se juega su dignidad, y su futuro como ser humano?”, preguntó, y respondió: “Bueno, un camino es ayudarle a comprender que, antes de que llegue el tiempo de incorporarse al mundo del trabajo, su dignidad se juega en el modo cómo asuma su propia educación. La educación es al niño y al adolescente, lo que el trabajo es al adulto: la palestra donde aprende a vivir y a humanizarse”. 

El obispo destacó que “este fin de año 2016 nos ofreció también una imagen de lo que implica este camino de dignidad: la foto de Efraín, el chico qom, con su abuelo y el maestro, unidos por la emoción de haber logrado un objetivo, aparentemente simple, pero de alto impacto: Efraín terminaba la primaria, sacando a la luz lo mejor de la condición humana. Ese aprendizaje es para la vida”. 

“En esa foto aparece también otro factor clave y, hoy por hoy, poco políticamente correcto: el valor de la familia que es el espacio vincular en el que se acompaña a los que se abren a la vida. Abuelo y nieto caminaron por años varios kilómetros: ¿cuánto aprendieron en ese sacrificio compartido? ¿Qué les ha quedado a ambos para la vida? Ni se puede poner en palabra y, menos aún, contabilizarlo en números. ¿Se reconoce todavía que la familia es una realidad previa y superior al estado y que merece una atención prioritaria, pues en ella se está jugando realmente el futuro?”, interpeló. 

“Ojalá este ‘electoral año 2017’ no nos distraiga de las cosas que son verdaderamente importantes para el futuro de nuestro país. Ojalá todos podamos recorrer el camino de Efraín”, concluyó. 

Texto completo del artículo en http://evangeliumgratiae.wordpress.com/2017/01/04/el-camino-de-efrain-pobreza-trabajo-educacion/

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