Sacerdotes, religiosos y fieles de la diócesis de Reconquista se congregaron junto al obispo diocesano, monseñor Ángel José Macín, para despedir al padre Dante Braida, quien dejará esta jurisdicción eclesiástica del norte santafesino para continuar su tarea pastoral como obispo auxiliar de la arquidiócesis de Mendoza. 

Monseñor Macín presidió la Eucaristía acompañado por gran parte del presbiterio diocesano en la tarde del lunes 25 de mayo. En su homilía, consideró al obispo preconizado como “un hombre moldeado con la cultura de su diócesis y en la figura de su patrono, san José”. 

El prelado sostuvo que el padre Dante “habla poco, pero anda ‘siempre a mil’ para estar cerca de la gente y fundamentalmente de los más necesitados”, y observó: “No hay mucho más para agregar a ese don". 

Luego de la liturgia eucarística, el presbítero Walter Vénica dio unas palabras en nombre de los sacerdotes diocesanos; mientras que una religiosa y una feligresa hablaron en nombre de la vida consagrada y del laicado. 

A su turno, monseñor Braida agradeció a todos los que lo acompañaron en este camino de fe, especialmente a su familia, a sus amigos, a sus catequistas, a los sacerdotes, las religiosas, los colegios y las congregaciones religiosas, como los Pobres Siervos de la Divina Providencia y los claretianos. 

Monseñor Braida convocó a la comunidad diocesana a seguir trabajando cada uno desde su lugar por el Evangelio de Cristo. 

El obispo auxiliar de Mendoza hará un retiro espiritual en Buenos Aires, preparándose para su ordenación episcopal. El viernes 12 de junio, en la iglesia Nuestra Señora de los Dolores, será ordenado obispo y comenzará su ministerio entre los mendocinos.