En el marco del encuentro anual de formación de los sacerdotes de la arquidiócesis de La Plata, el arzobispo, monseñor Héctor Aguer, recomendó al clero insistir en la iniciación cristiana, y “asumir con creatividad el reto de anunciar a Cristo, hacer conocer a Cristo, y formar discípulos de Cristo¨.
El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, animó a los sacerdotes de la arquidiócesis a seguir profundizando en la iniciación cristiana, "frente a los desafíos que nos plantea la situación actual. Las condiciones de las familias, las periferias geográficas y existenciales y tantos problemas cotidianos de nuestro pueblo, nos llaman a no instalarnos en la rutina”, afirmó durante el encuentro anual de formación de sacerdotes que por estos días se desarrolla en la sasa de ejercicios espirituales Ceferino Namuncurá, de las Hermanas Reparadoras del Sagrado Corazón de Jesús.
El encuentro tiene como tema central la catequesis, por lo que el arzobispo sugirió a los presbíteros que difundan el cuadernillo "Para que tengan la vida abundante", que recoge instrucciones pastorales sobre la catequesis de los niños. El cuadernillo contiene la instrucción pastoral "Para que tengan vida. Sobre la iniciación cristiana de los niños, y el lugar en ella del sacramento de la Confirmación”, publicada por monseñor Aguer en 2004; y "La vida abundante. Complementaria sobre la catequesis de los niños”, que el prelado platense publicó este año.
En su exposición a los sacerdotes, monseñor Aguer destacó el cambio en el orden de los sacramentos de iniciación aplicado en la arquidiócesis de La Plata, que ubica primero la Confesión, luego la Confirmación y después la Primera Comunión, ya que gracias a esa modificación “quedan menos cristianos sin confirmar”.“Hemos crecido en la comprensión de que la catequesis es iniciación a la vida cristiana de que no hay verdadera iniciación si no hay continuidad”, y agradeció al cardenal Karlic, "quien me animó decididamente a introducir el cambio en el orden de los sacramentos".
El arzobispo señaló "una analogía muy fuerte entre la problemática de hoy y la de los primeros siglos del cristianismo": “Hoy vivimos en un mundo de paganos bautizados. Y, por lo tanto, debemos tener el fervor, la audacia y el atrevimiento apostólico de los primeros cristianos", aseguró, y recordó que "en la iniciación de la vida cristiana, es fundamental tener una parroquia viva, de puertas abiertas, y generosa en su entrega. Además, es muy importante que la edad de comienzo sea menor”. Por último subrayó que “hay que seguir formando del mejor modo a los catequistas. Todos los párrocos deben saber que ellos son los primeros catequistas".
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