Cientos de santafesinos llegaron este sábado a la Basílica de Guadalupe para participar de la 116º Fiesta de Guadalupe. Las inmediaciones de la Basílica en Javier de la Rosa se inundaron de familias enteras, jóvenes en grupo de amigos y gente mayor que se reunieron con un motivo muy especial, participar del saludo a la a la patrona de Santa Fe.

Tal cual estaba programado, la procesión comenzó a las cuatro de la tarde, cuando la imagen de la Virgen de Guadalupe descendió por las escalinatas de la iglesia para comenzar la procesión. Banderas en alto la saludaban con alegría, mientras que los pétalos de cientos de flores la coronaron a su salida al ritmo de las campanas.

En los rostros de los presentes se pudo ver mucha emoción y alegría en el momento del trayecto de la imagen. La Fiesta de Guadalupe es para muchos creyentes el momento indicado para renovar la fe, realizar pedidos o agradecimientos. Terminada la procesión, Monseñor Arancedo dio inicio a la misa central, de la misma manera en que partió, la imagen de la Virgen fue recibida por los fieles. El festejo estuvo marcado en todo momento por la alegría, el canto y los aplausos de los fieles.

En esta oportunidad el eje de la celebración estuvo enfocado en la familia y su importancia como núcleo social. De la misma manera, la homilía que brindó Arancedo se centró en esta temática. Como es habitual durante la Fiesta de la Virgen, Cáritas realizó una nueva colecta de ropa, calzados, alimentos no perecederos y pañales. Para que la gente pudiera distinguirlos fácilmente,  el camión se instaló en el ala oeste de la iglesia.

Al momento de calificar el ritmo de la colecta y brindar un balance, Claudia Muga, directora de Cáritas Santo Tomé aseguró que iba a buen ritmo y el vehículo presentaba en su interior una importante cantidad de mercadería. “Por tratarse de una fecha que no es la que se acostumbra, está bien todo lo que se recibió”, agregó.

Los integrantes de la entidad estarán instalados hasta este domingo a las 18 y quienes deseen colaborar pueden hacerlo acercando alimentos no perecederos, ropa, calzados y pañales. Personal de Cruz Roja  y del Same estuvieron presentes en las inmediaciones de la Basílica con el objetivo de brindar asistencia sanitaria a todos los fieles.

“Desde que empezamos a montar el operativo llevamos más de 50 atenciones y dos traslados”, aseguró Carlos Sejas, referente de la organización y aclaró que el origen de estos casos se da por cuestiones ya preexistentes. La mayoría de los pacientes que sufren algún tipo de descompensación son peregrinos que llegan desde distintas zonas de Santa Fe y alrededores. Es por esto que los cuadros que mayormente se presentan están vinculados con desvanecimientos por cansancio, mala alimentación, falta de hidratación y también algún inconveniente en las piernas.

Este año por cuestiones electorales, el operativo de la Cruz Roja y Same solo abarcó la jornada del sábado, mientras que el domingo estarán presentes con un grupo reducido durante la misa que brindará Monseñor Arancedo a las cuatro de la tarde.