La Iglesia Argentina vive hoy momentos de cambios, novedades, fricciones, y renovación. La complejidad del ámbito eclesiástico, tomando también a los laicos dentro de ese mundo, merece una mirada contemplativa, calma, un análisis profundo, y un profundo sentido de unidad en la diversidad, y un reconocimiento a la llegada de nuevas voces, principalmente jóvenes, que desde la curia, y desde el laicado, quieren también expresar su mirada, hacer oír su voz.
Sería muy simplista reducir la realidad de la Iglesia argentina a marcar sólo dos grandes grupos: Aquellos que se acercan y coinciden con el gobierno, en algunos temas sociales, y los otros, los que abiertamente marcan profundas diferencias con el kirchnerismo, y de manera subjetiva o de forma concreta, operan para atacar no solo a Cristina, sino también a todos los "símbolos" del proyecto político: El asistencialismo sin futuro, el relato, ciertas voces K como D'Elía, La Cámpora, entre otros...
La Iglesia, el Papa, el mensaje de Dios en la tierra, la Evangelización en todo el mundo, la resistencia católica en regímenes en todos los continentes, es muchísimo más que esta necesidad autóctona de unos y otros por capitalizar cualquier declaración papal, cualquier frase, cada viaje, cada comitiva, o cada reunión.
Bergoglio ha despejado todo tipo de duda, y deja un mensaje al interior del país, de la Iglesia, y de todos y cada uno de los 1660 millones de laicos en el mundo: El Papa no necesita de analistas, intérpretes, exegetas, especialistas que decodifiquen sus palabras. En la era de la red global, del mensaje universal directo e instantáneo, Francisco puede establecer una comunicación uno a uno, mano a mano, puede mirarte a vos a los ojos y hablarte en primera persona. Ni Cristina, ni Arancedo, ni el Observatorio Social de la UCA, ni el Nuncio Apostólico, ni los nuevos pseudo especialistas en el Vaticano made in argentina. Nadie. Francisco habla por Francisco, se expresa en primera persona, escribe de puño y letras sus propias cartas, y punto.
Más que buscar divisiones, internas, y sectores opuestas bien marcados en la Iglesia, hoy Francisco nos invita a sellar los puntos principales de coincidencia como pueblo de Dios, en un mensaje que excede la realidad de un país y es para toda la humanidad: Unidad, prioridad por los más pobres entre los pobres, repudio al mercado financiero insaciable, opción por los jóvenes como instrumentos del cambio en el mundo aquí y ahora, ecumenismo y acercamiento de las religiones, diálogo y más diálogo, humildad y coherencia.
Francisco es la Evangelii Gaudium. En cada párrafo, en cada palabra, está su esencia. Lo que él quiere para una familia, un barrio, una ciudad, un país y para todo el mundo.
¿Qué más nos propone Francisco? Solidaridad y caridad sin asistencialismo lejano, todas las voces valen, por eso Bergoglio sale al aire por una radio comunitaria de Añatuya, no por Radio Nacional con Cintia Garcia o por Mitre con Lanata.
Hoy, Capitanich participa de un acto con el sacerdote Juan Carlos Molina, titular del SEDRONAR (totalmente borrado por los medios, porque es una muestra clara de que un importante sector de la Iglesia acompaña aspectos de este gobierno) en una villa, para presentar y ampliar una serie de programas de abordaje para luchar contra las adicciones. Por otro lado, el mismo Jefe de Gabinete aclara y explica los manejos erróneos del Observatorio Social de la UCA.
Hoy avanza el gobierno con reformas en el Código Civil. Se gana críticas de los medios hegemónicos, por ciertas cambios hacia la modernización e inclusión de sectores no reconocidos. Pero también recibe palos desde la izquierda, por sus acuerdos con la Iglesia y la clara postura anti abortista del proyecto. No todo el kirchnerismo es anti abortista, pero no quedan dudas que la líder política de este espacio lo es. Y eso alcanza y sobra para cerrar el debate interno.
Habrá acciones permanentes para licuar algunos hechos y priorizar otros. Pero Bergoglio sigue siendo claro: Todos son Iglesia. Seguirán los abrazos con la Cámpora por más que algunas señoras se persignen espantadas. Quizás Francisco vea más claro desde lejos, y no se sume a la demonización sin fundamentos de Clarín y La Nación a esta agrupación K. Pero por otro lado, el Papa repudia con claridad la soberbia, la falta de diálogo, la exteriorización y los lujos, la banalización no solo de la política sino también de la vida.
Hoy, la red de escuelas unidas en la diversidad en todo el mundo, es la mayor expresión del mensaje de Francisco. El proyecto de scholas nos invita a replicarlo en nuestras vidas, en nuestras opiniones, y en nuestras disputas. Los jóvenes salvan y mueven al mundo, ellos son protagonistas hoy, y el Papa les da un lugar fundamental. Y eso en Argentina se nota.
El último fin de semana, el Padre Pepe Di Paola fue la figura principal conversando con más de 1000 chicos en una invasión de pueblos en General Piran, sobre la Iglesia, la opción por los pobres, la lucha contra las drogas y la recuperación de adictos, la vida en las villas, y el rol de ellos para cambiar la humanidad.
Cientos de jóvenes que participaron del encuentro, contaban en las redes sociales su emoción por encontrar el tipo de curas y la clase de mensaje que quieren para "su" iglesia.
La Iglesia hace más de 2000 años que guía a un pueblo. Está muy por encima de todas y cada una de estas disputas domésticas. Que nadie se apropie del mensaje de Francisco. Porque es de todos. Sin intermediarios...
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