Queda menos de un mes para que los musulmanes de todo el mundo realicen el Ramadán. El mes de ayuno sagrado para los musulmanes y cuarto pilar del Islam.
A través del ayuno el musulmán incrementa su paciencia y su auto control, se acostumbra a controlar su ego, cumplir con sus responsabilidades y tener paciencia ante las dificultades, pero también hace que el musulmán comparta el dolor que sienten aquellas personas necesitadas y lo lleva a ser más solidario y caritativo.
El ayuno es también una purificación del cuerpo y del espíritu además de procurar la protección de Dios.
Los musulmanes deben abstenerse durante este mes de ingerir comida, bebida o fumar y no deben tener relaciones sexuales desde la salida del sol hasta su puesta.
Específicamente en Ramadán los musulmanes deben abstenerse de los malos pensamientos y realizar buenas acciones. Para cortar el ayuno es costumbre ir a las mezquitas donde se ofrece comida para todos aquellos fieles que se acercan.
La obligación de realizar el ayuno se extiende a todos los musulmanes mayores en pleno uso de razón y libre de impedimento y excusa. Los niños, enfermos crónicos, ancianos débiles están exentos, lo mismo ocurre para los viajeros, mujeres embarazadas o que estén amamantando o en periodo menstrual o de puerperio pero con la obligación de recuperar los días no ayunados.
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