No es para menos la cautela. La divulgación de los contactos entre ambos detonó anteayer un primer entredicho: temprano en la mañana del miércoles, Fernández dijo que había hablado con Massa por teléfono. " Quiero que se incorpore [al espacio ]", explicó. Eran las horas previas al encuentro de los cuatro socios de Alternativa Federal con Roberto Lavagna, aunque para ese entonces ya se veía venir el faltazo del economista.

De todos modos, ante la consulta de la prensa por los dichos de Fernández, Massa desmintió a su antecesor en la jefatura de gabinete de Cristina Kirchner. "Hoy no hablé con él", cortó, en seco.

Pese a que saludó el anuncio de la candidatura de Fernández como un movimiento para "cerrar la grieta" en el país, Massa jura que no habla con su exsocio político desde que fue nominado por la senadora.

Ese vínculo -activo o latente- genera resquemores entre los aliados del tigrense en Alternativa Federal, lo mismo que en Lavagna y el grupo que lo rodea. Massa no les ocultó a Juan Schiaretti, Juan Manuel Urtubey y Miguel Pichetto que su ambición de máxima es lograr un acuerdo electoral entre Alternativa Federal y el PJ kirchnerista vía Fernández para consolidar una gran PASO opositora. Lo que sus aliados temen es que concrete ese salto en soledad, a mitad del río.

Alguien que conoce como pocos a Massa relativizó los intercambios con Fernández. "Lo que está roto, desde hace años, es el vínculo de Sergio con Cristina. Él y Alberto pueden hablar mil veces, pero mientras Sergio y Cristina sigan sin poder sentarse a una misma mesa nada va a importar", resumió.

Por lo pronto, ayer continuaron los mimos del kirchnerismo a Massa. "Alberto Fernández tiene una buena relación con Massa, por eso quiero que nos acompañe a caminar este momento político en la misma vereda", dijo el jefe del bloque de diputados de Unidad Ciudadana, Agustín Rossi. "Massa se ha preparado para ser presidente, sería muy bueno que se sume", agregó Leo Nardini, intendente de Malvinas Argentinas y vicepresidente el PJ nacional.

Promesas de unidad

Convencido de que esa agenda, la de la rosca, "contamina", Massa se dedicó ayer a otros menesteres. Por la mañana, se reunió con la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), que lidera Juan Carlos Schmid, extriunviro de la CGT. "La política económica del Gobierno expulsó a la gente del mercado de trabajo. La Argentina solo tiene sentido con el trabajo y la producción como ejes, porque hoy manda la especulación", dijo al salir de la reunión.

Massa apoyó el reclamo de sus anfitriones para desgravar las horas extras del pago de Ganancias, uno de los motivos que fundan el paro de transporte del 25 de mayo. Schmid, un líbero que no está alineado al kirchnerismo duro pero quiere la unidad del PJ para derrotar a Cambiemos, escuchó a Massa prometer una "gran interna opositora". El tigrense hizo esa promesa el miércoles, en un video, pero jura que no la repitió ayer.