Un grupo interreligioso se reunió con Francisco y le pidió su bendición para la ciudad estadounidense. La localidad fue escenario de violentos enfrentamientos luego de que un joven afro-americano muriera cuando estaba bajo custodia de la policía.
De Estados Unidos a Roma bajo el signo del compromiso de las diferentes religiones a favor de una convivencia posible. Una delegación ecuménica e interreligiosa, acompañada por el arzobispo de Baltimore, William Lori, se reunió con Papa Francisco, al final de la Audiencia General en la Plaza San Pedro. Pidieron su bendición para la ciudad de los Estados Unidos marcada por violentos enfrentamientos que han demostrado a lo largo de los últimos meses fuertes problemas raciales.
Participaron en este «peregrinaje de solidaridad y de renovación espiritual», además del arzobispo de Baltimore y del obispo Denis Madden, el imán Earl El-Amin, el rabino Steven Fink, el reverendo Al Hathaway (baptista), el reverendo Wolfgang D. Herz-Lane (luterano), William McCharthy de las Catholic Carities, el reverendo Frank Reid (de la Bethel African Methodist Episcopal Church) y el reverendo Donald Sterling (de la New All Saints Catholic Church).
El viaje tuvo como lema «Curar Baltimore en el Año de la Misericordia», porque, como indica el texto de presentación, «en abril de 2015 Freddie Gray, un joven afro-americano, murió mientras estaba bajo la custodia del departamento de policía de Baltimore. El video del arresto del chico y las hipótesis sobre la posible causa de su muerte han desencadenado días de protestas en toda la ciudad, algunas de las cuales fueron violentas, atrayendo la atención mediática nacional en los Estados Unidos durante varios días. Se verificaron protestas pacíficas, así como enfrentamientos, saqueos, inmuebles y coches quemados, choques con la policía. El municipio decretó el toque de queda y el gobernador de Maryland invitó a la Guardia Nacional a defender a la ciudad de nuevas demostraciones violentas. Muchos —subraya la nota— creen que la muerte de Gray fue la gota que derramó el vaso y no la única de las causas de los enfrentamientos que se han verificado. Baltimore tiene una larga historia de violencias en aumento, muchas de las cuales se deben a un consistente tráfico de drogas, a la falta de viviendas, al desempleo, a las divisiones raciales y a la falta de confianza entre muchos de los que pertenecen a la comunidad negra y la policía». La muerte de Eddie, añade la nota, «tuvo el efecto de mostrar a una ciudad profundamente herida y dividida».
En este contexto, los líderes religiosos decidieron hacer un peregrinaje a Roma en ocasión del Año Santo de la Misericordia: «Un signo de su compromiso para trabajar juntos por el bien de la ciudad de Baltimore y de sus ciudadanos», subraya la arquidiócesis que guía monseñor Lori, con el objetivo de «reforzar sus vínculos de fe y obtener la bendición de Papa Francisco para su empeño de trabajar juntos a la hora de afrontar cuestiones clave para la ciudad». El grupo, además, ha mantenido un diálogo durante el año pasado sobre diferentes temas y sus conclusiones fueron presentados el miércoles por la mañana al Papa Francisco, que dio su bendición apostólica. Durante su estancia en Roma, los líderes religiosos de Baltimore se están alojando en la casa Santa Marta, en donde vive el Papa. Se reunirán también con algunos oficiales de la Santa Sede y rezan juntos en la basílica de San Pedro. «Juntos —refirieron los exponentes de las diferentes religiones citados por ‘L’Osservatore Romano’— hemos pedido al Papa que bendijera nuestros esfuerzos y quisimos venir juntos a Roma justamente en este año santo de la misericordia. Ahora llevaremos este mensaje de paz y de tolerancia a todos los habitantes de Baltimore, sea cual sea su credo, e impulsaremos el compromiso contra la pobreza y la marginación, para dar a todos nuevas oportunidades, especialmente a las minorías discriminadas».
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