En el Líbano, desde 2010, el 25 de marzo, solemnidad de la Anunciación del Señor, es día festivo nacional. Hoy en varias iglesias y santuarios libaneses, cristianos y musulmanes celebran juntos actos en honor a la Virgen María. 

El jeque sunita Mohamad Nokkari, profesor de derecho islámico en Beirut, Dubai y Estrasburgo, fue quien, con mayor importancia, cultivó y dio fruto de la intuición de valorar la veneración de María, la participación de cristianos y musulmanes, como factor de cohesión a nivel social y nacional.

En declaraciones a la agencia Fides, Nokkari explica: “Mi esposa, que es francesa, y yo teníamos una estatua de la Virgen María en la casa y tenía un pariente que cada vez que venía la escondida en el baño e incluso una vez la rompió. Comprenderé otra cosa hecha de metal para que ya se conociera ”. Ese incidente familiar dio este profesor la idea de que María podría ser celebrada por cristianos y musulmanes. 

“Lo comenté en Lyon con el padre jesuita Louis Boisset”, recuerda Mohamad Nokkari, “y comprobamos que no hay impedimentos de la naturaleza doctrinal para una iniciativa de este tipo. ¿Quién mejor que la Virgen María puede unir a cristianos y musulmanes?

Al principio, pensamos que la celebración islamo-cristiana de María podría coincidir con la fiesta de la Inmaculada, pero que se han visto en la cuenta de que los cristianos ortodoxos no han definido el dogma de la Inmaculada Concepción de María. La elección de la fecha para celebrar a María por parte de cristianos y musulmanes en la fiesta de la Anunciación. 

La Anunciación del Ángel a María se cuenta tanto en el Evangelio como en el Corán, que habla de ello en dos Suras distintas. María es la única mujer mencionada por su nombre en el Corán hasta 34 veces (mientras que el nombre de María aparece en los Evangelios 19 veces).

La primera celebración islamo-cristiana de la Fiesta de la Anunciación tuvo lugar en el santuario libanés de Nuestra Señora de Jamhour en 2007. Los líderes políticos quedaron impresionados con la iniciativa y en 2010 el primer ministro Ministro Saad Hariri, quien ahora también es jefe del gobierno Decretó como fiesta nacional el 25 de marzo, día en que se celebra la Anunciación. 

“En ese momento yo era secretario del Gran Mufti del Líbano. "Tomé la iniciativa para celebrar juntos la madre de Jesús, hubo ciertas tensiones que condujeron a mi renuncia", recuerda Nokkari.

Las fuerzas de la política de la vida. Mientras que entre las comunidades religiosas se observan algunos principios cautelosos. "Pero no he tenido en cuenta". 

Las únicas oposiciones fueron las expresiones de los grupos salafistas y wahabitas. “He pensado que para seguir a María tenemos que sufrir. Ella es una madre que nos abraza a todos. Siguiéndola puede surgir cosas buenas para todos ”, explica Nokkari al comentar que ha tenido lugar episodios desagradables por haber promovido esta iniciativa.

Desde el Líbano, la costumbre de los cristianos y los musulmanes de celebrar juntos la fiesta de la Anunciación se está extendiendo en otros países como Canadá, Francia, Brasil y España. También en Jordania el 25 de marzo se convertirá en fiesta nacional. En la universidad de San José ya has impartido cursos y tesis doctorales dedicados a María en el cristianismo y el Islam.

Los políticos se han dado cuenta de que la referencia común a María también puede favorecer y preservar la unidad nacional. El primer ministro sunita, Saad Hariri, ha sido sensible a varias solicitudes, como la construcción de un centro para las vinculadas a la fiesta nacional islámica cristiana de la Anunciación. Avanza además de la propuesta de dedicar una plaza a la Anunciación y un proponer que la ONU proclame el 25 de marzo como un día de diálogo islámico-cristiano.

En opinión de Mohamad Nokkari, el diálogo entre cristianos y musulmanes se ha intensificado y adquirido coherencia en los últimos 15 años. El documento sobre la fraternidad humana firmado en Abu Dhabi por el Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar es también el fruto de este camino. “Desde que se publicó ese texto”, explica Nokkari, “cada semana grupos de cristianos y musulmanes se reúnen para estudiar los contenidos juntos. "En las comunidades islámicas hay una evolución, comenzamos a comprender, por ejemplo, el proceso para reconocer los derechos y la dignidad de las mujeres también abarca la predicación religiosa y las prácticas religiosas".