En Sri Lanka, Francisco exaltó el diálogo interreligioso para consolidar la paz

En Sri Lanka, Francisco exaltó el diálogo interreligioso para consolidar la paz

Fue aclamado por una multitud en su arribo a Colombo. Llega con un mensaje de unión a un país afectado por una larga guerra civil y con un 6% de católicos. "Nunca se debe permitir que las creencias sean utilizadas para justificar la violencia", dijo.

El papa Francisco exaltó el valor del dialogo entre las religiones para consolidar la paz y acabar con la violencia en nombre de la fe, en dos discursos que pronunció hoy a su llegada a Sri Lanka.

El Papa comenzó el que es su séptimo viaje internacional y el más largo por número de días y de kilómetros con un discurso en el aeropuerto de Colombo ante el nuevo presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, y otras autoridades.

Culminó la jornada con un encuentro en el centro de congresos Bandaranaike con los representantes de las diferentes religiones que conviven en el país: budistas, hindúes, musulmanes y comunidades cristianas.

"Por el bien de la paz, nunca se debe permitir que las creencias religiosas sean utilizadas para justificar la violencia y la guerra", dijo el pontífice argentino.

Agregó: "Tenemos que exigir a nuestras comunidades, con claridad y sin equívocos, que vivan plenamente los principios de la paz y la convivencia que se encuentran en cada religión y denunciar los actos de violencia que se cometan".

La historia de Sri Lanka, un país que ha vivido 26 años de guerra civil entre los tamiles y los cingaleses, concluida en 2009, sirvió al Papa de argumento para afirmar que es "una tragedia constante en nuestro mundo que tantas comunidades estén en guerra entre sí".

En el discurso pronunciado a su llegada al aeropuerto el Papa aconsejó para el proceso de recuperación de Sri Lanka "la búsqueda de la verdad", aunque, precisó, "no con el fin de abrir viejas heridas, sino más bien como un medio necesario para promover la justicia, la recuperación y la unidad".

En este proceso para consolidar la paz de este país, en opinión del Papa, "los creyentes de las diversas tradiciones religiosas tienen un papel esencial".

En este país conviven budistas, un 70 % de la población, un 12,6cristianos, la gran mayoría católicos, según el último censo oficial de 2011.

En el aeropuerto, 21 salvas de cañón, coros de niños, bailarines de danzas tradicionales y hasta 40 elefantes recibieron al pontífice argentino.

La población cingalesa se ha volcado con la visita de Francisco y decenas de miles de personas se agolparon en las carreteras engalanadas con banderas vaticanas y del país para ver pasar al "Papamóvil".

También estaba prevista una visita al arzobispado, pero tuvo que ser suspendida ya que el Papa  acumuló demasiado retraso en su trayecto del aeropuerto a su residencia en Sri Lanka, la nunciatura apostólica, y se decidió anularla para poder además dejar descansar al pontífice.

Francisco recorrió los 28 kilómetros entre el aeropuerto y la nunciatura apostólica en el "Papamóvil" bajo un intenso calor para poder saludar a las decenas de miles de personas que se agolparon en la carretera para verle pasar, y en algunos momentos se le vio cansado.

Además, se reunió en privado con el nuevo jefe de Estado, Sirisena, en el palacio presidencial, donde le regaló un atlas náutico de 1562 atribuido al cartógrafo español Bartolomé Oliva.

La presencia de Sirisena fue una novedad de las últimas horas, ya que el Vaticano había previsto que fuese el presidente saliente, Mahinda Rajapaksa, derrotado en las urnas la semana pasada, quien se encargase de ser el anfitrión

Con el encuentro interreligioso, Francisco concluyó su primera jornada en Sri Lanka y mañana celebrará en el gigantesco parque Galle Face, de cerca de tres hectáreas, la canonización del que será el primer santo del país, José Vaz.

Se espera que más de medio millón de católicos acudan a la ceremonia, considerada por Francisco "el momento culminante" de su visita.

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