Al lado de su negocio instaló un punto verde para recolectar residuos del Cremonte

Al lado de su negocio instaló un punto verde para recolectar residuos del Cremonte

Luego de un proyecto escolar, la docente correntina Teresa Hartmann armó hace más de un año un punto verde con pallets, al costado de su negocio, en el barrio Cremonte. Tuvo que realizar un trabajo pedagógico con sus vecinos acerca de la clase de residuos que pueden dejar en ese lugar, hasta que consiguió ser una de las principales donantes a la cooperativa de reciclaje Proyecto Fortaleza. 

El punto verde de calle Viudez y la avenida Centenario al 5930 es un desplazamiento a los barrios del programa que comenzó oficialmente en el microcentro capitalino, y que también está destinado a las cooperativas que venden los residuos diferenciados. 

El primer día que Hartmann llevó en su camioneta los materiales al galpón de Fortaleza, le preguntaron si quería venderlos y se dispusieron a pesarlos. Pero ella les aclaró que se trataba de una donación, como las que hacen las empresas privadas (en el marco de la responsabilidad social) y las instituciones públicas. 

“La donaciones voluntarias de los grandes productores son una gran ayuda, pero también estamos abiertos a recibir a los vecinos que se dediquen a juntar  un cierto volumen de residuos para reciclar, porque necesitan una entrada económica”, aclaró a este matutino la titular del Proyecto Fortaleza, Mercedes Romero Pereyra.  

Según la cooperativista, uno de los principales incentivos de Hartmann para crear un punto verde en el Cremonte fue su visita al galpón, al ver cómo se destinan los materiales para el reciclado.

“Cada diez días llevamos lo recolectado con mi esposo al Proyecto Fortaleza, que está en Reconquista y Maipú; mis hijos con sus amigos me ayudan a aplastar las botellas y cargo todo en bolsas grandes”, detalló Hartmann en diálogo con El Litoral. 

“Yo no vendo esos residuos, pero sí gano en el cuidado del medio ambiente” agregó la docente, que este año aprovechó las clases virtuales para enseñar a sus alumnos a separar los residuos en sus propios hogares. 

Su punto verde alcanzó a influenciar también a vecinos del Laguna Brava y del San Gerónimo, lo que le alcanza para llenar la caja de su camioneta todas las semanas camino al galpón de la cooperativa. 

“Acá lo importante es reducir el uso de plásticos, pero todavía estamos en el nivel del reciclaje, que también es importante para comenzar con los cambios”, finalizó Hartmann

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