El kirchnerismo busca reflotar la candidatura de Cristina para retener su bastión bonaerense

El kirchnerismo busca reflotar la candidatura de Cristina para retener su bastión bonaerense

Con encuestas en mano sostienen que la vice aportaría su caudal de votos a la cabeza de la lista legislativa en la Provincia; buscan asegurar la reelección de Kicillof y defender municipios

 

Con Alberto Fernández derrumbado en las encuestas y Sergio Massa supeditando la decisión de ser candidato a la situación económica, el kirchnerismo empieza a pergeñar una estrategia electoral defensiva, focalizada en la provincia de Buenos Aires. El objetivo central es apuntalar el proyecto reeleccionista de Axel Kicillof y evitar, en una misma jugada, la pérdida de municipios claves en el conurbano. En medio de esa urgencia política vuelve a aparecer sobre la mesa del peronismo una carta marcada, que lleva el nombre de Cristina Kirchner.

La vicepresidenta se autoexcluyó de la competencia luego de sufrir, a fines del año pasado, la condena en el caso Vialidad, con un discurso en el que se presenta como proscripta pese a que podría participar de los comicios sin inconvenientes judiciales. Los dirigentes que más la conocen advierten que es altamente improbable que revise esa decisión, pero abrigan el deseo de que acceda a candidatearse a un cargo que no sea la Presidencia. Sugieren, en ese sentido, que haría un aporte decisivo desde la boleta legislativa de la Provincia.

“Como están las cosas hoy, ella tiene que ser candidata a diputada o a senadora nacional por la Provincia, si no queremos perder la gobernación y varias intendencias del conurbano”, alertó un dirigente oficialista con acceso a encuestas de imagen e intención de voto a nivel nacional y bonaerense. Los sondeos también son analizados con detenimiento en La Plata, donde observan que la presencia de Cristina en la boleta del Frente de Todos -como muestra de un apoyo contundente a Kicillof- facilitaría la reelección del gobernador.

Encuesta de la consultora Equis que refleja la incidencia de Cristina Kirchner en el escenario electoral bonaerense

En el comienzo del año, como publicó LA NACION durante la semana, la mayoría de las encuestas realizadas en territorio bonaerense muestran una paridad entre el oficialismo y la principal coalición opositora, nucleada en Juntos por el Cambio (JxC). Se trata de un escenario prematuro, marcado por una amplio segmento de indecisos, pero que le da al Frente de Todos la pauta de que tendrá que poner toda la carne al asador para retener el principal bastión peronista. Ahí es donde entra a tallar la figura de la jefa del kirchnerismo.

De acuerdo a una encuesta de la consultora Equis, realizada en diciembre pasado, el 27,2 por ciento de los consultados en la provincia de Buenos Aires manifestaron que preferirían a un candidato a gobernador apoyado por la vicepresidenta. La diferencia con las menciones al ministro de Economía, Sergio Massa (8,4 por ciento) y al presidente Alberto Fernández (6,9 por ciento) resultó notoria. De ahí que en el Frente de Todos, la opinión mayoritaria es que Cristina Kirchner debe participar activamente de la campaña bonaerense.

Kicillof lo había manifestado en un acto en Avellaneda, el 27 de diciembre, cuando dijo abiertamente “Cristina te necesitamos”. En la misma línea se manifestó uno de sus ministros, el camporista Andrés “Cuervo” Larroque, al postear la frase “Cristina 2023″. Antes de tomar unos días de descanso en El Calafate, la vicepresidenta había dejado un mensaje inverso: “Agarren el bastón de mariscal”, exigió a sus seguidores. Pero no la tomaron muy en serio y ahora esperan señales mientras pintan paredones del conurbano como si ella fuera candidata.

Cristina Kirchner analiza sus cartas electoralesAlfredo Sabat

Las pintadas aparecieron en varios distritos de la Provincia. Uno de ellos es Ezeiza, ubicado al suroeste del Gran Buenos Aires, donde nada sucede sin que se entere el mandamás local, Alejandro Granados. La lógica política que guía a los caudillos es que hay poco tiempo para ensayar planes alternativos -algunos de ellos empujaban la postulación del lomense Martín Insaurralde para la Gobernación- y que lo más pragmático es apoyar la reelección de Kicillof. Para eso piden un gesto a cambio: la presencia de Cristina en la boleta del FDT bonaerense.

Kicillof es, en los hechos, el único referente oficialista que está en campaña para las elecciones. Se instaló desde comienzos de enero en la Costa atlántica e intercala actos de gestión con reuniones con intendentes de la región. Las conversaciones son evidentemente políticas, a tal punto que en La Plata celebraron el pronunciamiento a favor de la reelección del jefe comunal de Villa Gesell, Gustavo Barrera, y de intendentes del conurbano como Jorge Ferraresi (Avellaneda), Juan José Mussi (Berazategui), Mario Secco (Ensenada) y Julio Zamora (Tigre), entre otros.

El gobernador representa la renovación generacional del kirchnerismo. La misma intención tiene Cristina para su hijo Máximo Kirchner, pero en su caso la continuidad depende mucho de cómo gestione al PJ bonaerense en el proceso electoral en ciernes. No será lo mismo, para él, que el oficialismo logre retener la Provincia, a convertirse en un mariscal de la derrota. Al día siguiente, los intendentes apuntarían en su contra. Todavía está pendiente el pronunciamiento de la Corte sobre la demanda de Fernando Gray (Esteban Echeverría), que objetó su desplazamiento de la conducción partidaria a manos del primogénito.

Por cuerda paralela se registra una creciente afinidad política entre Massa e Insaurralde, que se verifica en el plano de la gestión y también en el de la política bonaerense. El ministro de Economía y el jefe de Gabinete provincial se reunieron en la semana para atender una demanda de los supermercados y los mayoristas, que se quejan por lo que les cobran los municipios en la tasa de Seguridad e Higiene. “La idea es ponerle un tope del 2 por ciento”, revelaron fuentes oficiales, que anticiparon una ronda de encuentros con intendentes la semana próxima en el Palacio de Hacienda.

Se trata de una señal directa a los “formadores de precios” en momentos en que el gobierno está embarcado en una cruzada para bajar la inflación, con la que Massa se juega una parte de su futuro político inmediato. El ministro también le otorga preponderancia al programa Precios Justos, que encabeza el secretario de Comercio, Matías Tombolini, y que contiene 2.000 productos a precio fijo y 30.000 con tope mensual de aumento. Llegado el caso de que Massa decida competir por la Presidencia, también sería importante para él que Cristina se comprometiera a participar como candidata en la Provincia.

“Laburo con todos, no me subo a la interna”, repite Massa como un mantra cuando se lo consulta por sus reuniones con funcionarios que, a la vez, son referentes del Frente de Todos. El jefe del Palacio de Hacienda parece resignado a que el kirchnerismo y el “albertismo” son dos mundos paralelos que difícilmente puedan reconciliarse de cara a las elecciones. Por eso, más allá de lo que haga el PJ nacional, que lidera Alberto Fernández, las definiciones más relevantes pasarían por el PJ bonaerense, de Máximo Kirchner. Incluso, la posibilidad de que Cristina encabece la boleta legislativa del FDT provincial.

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