Judíos acuden al Muro de los Lamentos para bendición sacerdotal

Judíos acuden al Muro de los Lamentos para bendición sacerdotal

Miles de fieles se acercan a los vestigios del Templo para ser bendecidos por la casta de los Cohen. En el marco de la fiesta de Sucot que dura una semana, el rito se hará en dos días a causa de la pandemia.

Miles de fieles judíos se congregaron hoy en el Muro de las Lamentaciones, en la parte oriental ocupada de Jerusalén, para la tradicional Bendición Sacerdotal, celebrada en ocasión de la festividad de Sucot y dividida en dos jornadas a causa de la pandemia.

Durante esta ceremonia, que se realiza dos veces al año -la otra durante la Pascua judía-, clérigos con el apellido Cohen bendicen a quienes se acercan al muro, principal vestigio del Segundo Templo y sitio más sagrado para el judaísmo.

Debido al rol central de los Cohen -sacerdotes, descendientes varones del bíblico Aarón, hermano de Moisés-, esta tradición se conoce también como Birkat Cohanim, la "Bendición de los Cohanim", y resulta el sustituto moderno de los sacrificios en el antiguo templo, además de rememorar el trabajo de los sacerdotes en el bíblico santuario hace unos dos mil años.

Tras una solemne y reducida ceremonia en esta misma fecha el año pasado, la Bendición Sacerdotal en ocasión de la Pascua se convirtió en marzo de este año en la primera ceremonia religiosa masiva en el Muro de las Lamentaciones, tras un año de fuertes restricciones por la pandemia.

En esta ocasión, con el fin de evitar las habituales aglomeraciones de decenas de miles de personas para este tradicional rezo, las autoridades del sitio decidieron dividir el rezo en dos jornadas, por lo que las bendiciones

continuarán mañana.

La festividad de Sucot, que comenzó el lunes por la noche y se extenderá por una semana, recuerda la travesía de los judíos por el desierto hacia la tierra prometida tras escapar de la esclavitud en Egipto. Debido a esto, durante esta semana muchos judíos en Israel comen y hasta duermen en pequeñas cabañas de madera cubiertas con bambú u hojas de palma, similares a las que, según indica la tradición, construían sus antepasados en el desierto.

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