Entre varias señales de tensión, hubo una de distensión. El jefe de Gabinete, Juan Manzur, compartió este jueves un almuerzo con empresarios del Consejo Interamericano de Comercio y Producción, en el que alentó al diálogo, pidió fomentar las exportaciones e inversiones y afirmó que el peronismo "no demoniza al sector productivo".

 

Entre varias señales de tensión, hubo una de distensión. El jefe de Gabinete, Juan Manzur, compartió este jueves un almuerzo con empresarios del Consejo Interamericano de Comercio y Producción, en el que alentó al diálogo, pidió fomentar las exportaciones e inversiones y afirmó que el peronismo "no demoniza al sector productivo".

El jefe de ministros leyó su discurso durante unos 50 minutos, más de lo usual en este tipo de eventos. En ese tiempo, se encargó, por un lado, de dejar en claro los principios con el que el peronismo aborda al capital: pidió que el crecimiento sea con "inclusión social efectiva", llamó a fortalecer el "mercado interno" y destacó el papel productivo del sindicalismo. "Para los próximos 75 años sería bueno incorporar que el motor del crecimiento es la empresa privada, sus trabajadores y el sector público", dijo, al tiempo que resaltó la "unidad" lograda por la CGT tras su renovación de autoridades.

También lamentó que "un grupo pequeño del empresariado no entiende que el justicialismo siempre está del lado de la producción y de los empresarios". Sin embargo, en todo momento buscó mostrarse conciliador con los 140 presentes. "Seguiremos gobernando en diálogo con los sectores productivos teniendo presente su aporte al país", afirmó. También resaltó a los unicornios argentinos y subrayó el reconocimiento que tienen los profesionales de la economía del conocimiento en el exterior.

En uno de sus guiños, aclaró que el Gobierno "no está enamorado de ninguna medida" y que "más allá de las medidas tomadas por la pandemia" nunca desalentarán "las exportaciones y el comercio".

 

En ese sentido, y en el contexto de fuertes señalamientos oficiales al empresariado por la suba de precios y de cruces internos entre albertistas y cristinistas por la posible suba de retenciones a la carne, Manzur señaló que "el peronismo, doctrinariamente, no adhiere a visiones que demonicen a empresas ni a sectores productivos". Al final del discurso, aclaró especialmente que sus postulados eran "designio del Presidente de la Nación".

Además, afirmó que el Gobierno buscará "por todos los medios" un acuerdo con el FMI e hizo hincapié en la importancia del crecimiento con sustentabilidad ambiental para no quedar "afuera" del comercio mundial.

Aunque solo estaba confirmada su presencia, Manzur llegó al Hotel Alvear acompañado de un cristinista puro: el ministro del Interior, Eduardo "Wado" De Pedro. También formaron parte de la comitiva oficial el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz; el vicejefe de Gabinete, Jorge Neme; y el presidente del Banco Nación, Eduardo Hecker.

De parte del CICyP, estuvieron los referentes de las entidades nucleadas en el Grupo de los Seis: Daniel Funes de Rioja (titular del CICyP y de la UIA), Javier Bolzico, presidente de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA); Mario Grinman, presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC); Iván Szczech, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO); Martín Cabrales, tesorero del CICyP; Adelmo Gabbi, presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA) y Fabián Papini, tesorero de la Sociedad Rural (SRA).

El empresariado valoró las señales oficiales y quedó a la expectativa

En su discurso inicial, como ya es costumbre, Funes de Rioja mostró su voluntad de "diálogo" con el Gobierno. Aun así, más allá de esta postura de rigor, referentes del sector productivo destacaron la actitud que el oficialismo mostró a través del evento.

Un dirigente empresario de primer nivel reconoció que tras las elecciones el oficialismo presentó una "actitud de renovación" y subrayó que Manzur expresó "lo que dice el Presidente". También valoró la actitud misma del Gobierno de aceptar la invitación frente a un público con el que el peronismo no suele sentirse del todo cómodo. Al mismo tiempo, la breve presencia de Wado De Pedro (tuvo que irse a otro almuerzo empresarial), fue entendida como un "refuerzo" de la importancia que para la Casa Rosada tiene el sector productivo.

De todos modos, los empresarios quedaron a la expectativa de los próximos pasos. Uno debería ser el ya insinuado fin de la doble indemnización y de la prohibición de despidos. "Uno de cada tres empresarios pymes creen erróneamente que si contratan un trabajador ahora no lo pueden despedir y así nunca van a incorporar gente", describió a BAE Negocios otro dirigente empresarial a modo de reclamo.

La otra cuestión clave para el sector, por supuesto, es llegar a un acuerdo con el FMI que rebara la llave del financiamiento. "Cuanto más rápido mejor", resumen. Aunque valoran que no se negocie "cualquier cosa", también esperan que el apretón de manos final no se demore más de la cuenta.

La interna del Frente de Todos entre duros y dialoguistas tampoco quedó afuera: "Es perjudicial. El Gobierno debería tener un lineamiento, zanjar sus disputas propias e ir en un sentido", comentó a este diario un empresario presente. 

Las próximas semanas, ahora que el "día 99" parece haber llegado, dirán si la tensión de los últimos dos meses sigue subiendo o empieza a ceder.