Los jóvenes trajeron desde Río emoción, felicidad y compromiso

Los jóvenes trajeron desde Río emoción, felicidad y compromiso
Luego de 48 horas de viaje arribó anoche la delegación de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Santiago del Estero que participó de la JMJ en Brasil.

Los dos días de viaje no hicieron mella en el cuerpo ni en el alma del puñado de jóvenes pertenecientes a la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Santiago del Estero que anoche regresaron de la Jornada Mundial de la Juventud que se realizó en Río de Janeiro con la presencia del papa Francisco. Ni dejaron de saltar y gritar “esta es la juventud del Papa” ni bien tocaron suelo santiagueño, antes de los abrazos interminables con familiares y amigos.

“Realmente fue una experiencia muy emocionante, y todo lo que el papa Francisco nos ha enseñado ahora tenemos que volcarlo en nuestras comunidades y seguir trabajando para engrandecer nuestra Iglesia”, fue lo primero que se animó a decir el padre Luis Cruz, quien tuvo a su cargo la coordinación del viaje como responsable de la Pastoral Juvenil.

La delegación santiagueña partió el domingo a las nueve de la noche desde Río de Janeiro y arribó a nuestra ciudad anoche pasadas las 20. Un centenar de personas, entre familiares y amigos los recibieron en inmediaciones del Seminario Santiago El Mayor.

Bendición especial

Tanto el padre Cruz como los jóvenes, no dudaron en afirmar que el momento más emotivo vivido en Río, y que guardarán por siempre en sus corazones, fue cuando recibieron la bendición de Francisco, el domingo de la despedida.

“Sin dudas que el momento más emotivo que nos tocó vivir fue cuando el Papa nos bendijo y envió una bendición a todos los santiagueños. Estábamos junto a las vallas esperando su paso, pasó muy cerca de nosotros, nos miró, y nos bendijo. Eso fue inolvidable”, comentó el padre Cruz.

Otra de las imágenes que guarda en su corazón, por la muestra de humildad y de cariño de Bergoglio hacia los santiagueños, fue cuando le entregaron un bombo legüero en el que estaba grabado su rostro. “Le mostramos el bombo que le queríamos regalar, hizo parar a la comitiva y pidió que se lo alcanzáramos, ahí nomás se puso a tocar con las manos, se rió y nos agradeció”, recordó.

“También quiero manifestar a los fieles de Santiago que le hemos entregado en manos propias todas las intenciones que han depositado en todas las parroquias y capillas de nuestra ciudad. El Santo Padre las ha recibido y ha pedido especialmente a sus colaboradores que las guarden”, confirmó.

Después de tantos gestos y mensajes recibidos de parte de Francisco, sin dudas el desafío es mayor, y de eso es consciente el sacerdote.

“Ahora tenemos que seguir saliendo a mostrar el Evangelio por todos lados; el Papa ha sido muy claro en ese sentido desde el principio de su gestión. Claro que es un desafío mayor, pero que con su bendición y con su apoyo lo vamos a llevar adelante con mucha alegría; vamos a salir a hacer lío, eso es lo que nos ha transmitido”, amplió.

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