El ex presidente de la DAIA, Dr. Jorge Kirszenbaum, dialogó en exclusiva con la CADENA JUDÍA DE INFORMACIÓN VIS A VIS y realizó un profundo análisis de lo que serán las elecciones en la entidad judía que dirigió, luego de que se confirmaran las dos listas que competirán el próximo 19 de noviembre. Además, opinó acerca la de la lista de unidad que se quiso conformar en un momento y que no se pudo lograr.
– En las últimas semanas hubo idas y vueltas, desde rupturas hasta confirmaciones de continuidad, con tres días de diferencias, pero finalmente se oficializó que Julio Schlosser y Jorge Knoblovits integrarán una lista, y del otro lado estará Ariel Cohen Sabban con su equipo, ¿qué opinión le merece?
– La elección de las nuevas autoridades de la DAIA me provoca una gran satisfacción. En función de que demuestra, una vez más, a lo largo de estos 80 años, que la representación política de la comunidad judía es una institución viva, dinámica, y que pretende con toda legitimidad, derecho y orgullo representar a la comunidad judeo-argentina. Estos vaivenes que se han producido yo los tomo como propios de la política. Son situaciones menores a lo largo de la historia de la institución. Entiendo que toda la gente que se presentará a está elección son personas que tienen una gran vocación de servicio en función de la comunidad y no me provoca grandes escozores. Tanto de un lado como del otro hay gente capaz e inteligente que podrá conducir muy bien los destinos de la DAIA.
– Los tres candidatos, cuando se lanzaron en está carrera por el sillón de la DAIA, aseguraron que debían conformar una lista de unidad por una necesidad que ellos notaban dentro de la comunidad, ¿es un fracaso que no se haya podido lograr?
– Al contrario. Yo no vería bien una lista única. A mi me gusta la confrontación electoral con la posibilidad que una vez que se haya elegido al cuarteto, toda la comunidad se encolumne, marque sus aciertos y critique sus errores. A mi me parece que la confrontación democrática es buena y positiva.
– ¿Qué evaluación hace sobre la actual gestión de la DAIA, que finalizará su mandato en diciembre?
– Yo creo que la gestión que se va tuvo una buena gestión. Le han tocado momentos difíciles.
– Si tuviera que elegir por una de las dos listas, ¿cuál está mas cerca de su ideal y de lo que cree que la DAIA necesita?
– No me parece elegante pronunciarme por ninguno de los candidatos, en función de mi rol de ex presidente, pero también me gusta la alternancia. De manera tal que cualquiera de los candidatos que se postula harán honor a la misma.
– ¿Considera que esta falta de unidad entre los candidatos alimenta a la opinión de personas como Jorge Elbaum?
– Al contrario. Sería muy triste que no haya gente en la DAIA que no tenga vocación de servicio y por ocupar cargos. Marca la característica de una institución dinámica, vivaz, funcional y con aspiraciones de crecimiento el hecho de que haya competencia por los cargos y las candidaturas. Debe enorgullecernos en la comunidad de que existan ese tipo de movimientos institucionales. Todos sabemos que una vez que se disipe y baje la confrontación por los cargos, obviamente, todos estarán dispuestos a ayudar a las nuevas autoridades.
– ¿Qué postura deberá tomar la próxima cadencia que asuma en la DAIA?
– Yo quisiera para el futuro una DAIA fuertemente comprometida con el Estado de Israel y con el sionismo. Justamente en momentos que estamos persuadidos de que el nuevo antisemitismo es el antisionismo e anti-israelísmo. Yo creo que muchas de las acciones de la representación política de la comunidad judía tendrían que estar fuertemente encaminadas a ese compromiso con el Estado Hebreo y con la ideología sionista que lo debe sostener.
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